Primero fueron "hienas" que intentaban morderle, pero "no le llegaban ni a los talones" ni le importaban "nada". Así respondía David Pérez, alcalde de Alcorcón, a las acusaciones de machismo de las que era objeto en Twitter después de que el secretario político de Podemos Íñigo Errejón compartiera el pasado sábado una incendiaria intervención en la que fustigaba al "feminismo radical" durante el VI Congreso Nacional de Educadores Católicos, celebrado en 2015.

Algo debió importarle, sin embargo, ya que la mañana del domingo el PP de Alcorcón emitía un comunicando condenando "un montaje que en verdad ocultaba un alegato en defensa de la mujer frente al feminismo radical". El Partido Popular de esta localidad madrileña acompañaba el comunicado con la transcripción de la intervención íntegra, subrayando las "innumerables muestras de apoyo ante esta campaña urdida para desprestigiar su trabajo por parte de quienes no logran derrotarle en las urnas".

Efectivamente, la intervención íntegra de Pérez prueba que pedía un nuevo feminismo, uno en el que las mujeres "no tengan que elegir entre su desarrollo profesional y la renuncia a la maternidad, o entre su éxito en la vida social y la pérdida de aquello que les hace personas, mujeres". Ese matiz está ausente en el vídeo compartido por Errejón, pero los ataques contra lo que el primer edil considera "feminismo" radical son igual de virulentos a lo largo de su charla y probablemente hagan poco por rebajar la polémica.

"Es increíble que un feminismo que ha fracasado en el objetivo de proporcionar a la mujer nuevas cuotas de dignidad, nuevas cuotas de libertad y de independencia, y de reafirmación de lo que significa ser mujer (...) todavía siga pudiendo hablar sin que se le caiga la cara de vergüenza" - era la frase pronunciada tras la que abre el vídeo. "No se corresponde más que con quienes hunden sus raíces en los regímenes totalitarios socialistas del pasado siglo".

Pérez continuaba con un alegato en contra del aborto, "el mayor crimen humanitario que existe" en su opinión y que "elimina" a "bebés que pueden haber desarrollado ya un sistema nervioso y sufrir dolor" mediante "métodos quirúrgicos, métodos químicos y métodos violentos". En la línea del feminismo que precognizaba, basado en un "humanismo integrador, que concilie las diferencias entre hombre y mujer", invitaba a seguir el "camino" de la encíclica Mulieris Dignitatem.

El vuelco llegaba el lunes, cuando Cristina Cifuentes, presidenta del PP de Madrid, desautorizaba públicamente a Pérez. "Son declaraciones desafortunadas y no las comparto" - tuiteaba la también presidenta de la Comunidad de Madrid junto a la noticia de El Mundo que recogía la polémica. El alcalde de Alcorcón se encastilló hasta la mañana del martes, en la que mediante un vídeo en la misma red social pedía perdón "a quien se sintiera ofendido", insistía en que no era machista y repetía que había sido objeto de un 'montaje'.

La batalla saltaba al ruedo político el miércoles cuando PSOE, Ganar Alcorcón (la marca de Podemos en el municipio), Ciudadanos e IU-LV aprobaron una moción urgente para reprobar y exigir la dimisión "inmediata" del alcalde. "La decisión de quién gobierna no se toma en una votación de este tipo, sino en unas elecciones donde los vecinos van a votar, que ya han votado, para que quede claro" - rebatía Pérez. "Yo ya he pedido disculpas y he dicho que me he podido equivocar", se refirmaba, espetando que "machista es Pablo Iglesias cuando dice que azotaría a una periodista hasta sangrar".

Ahí podía haber quedado la cosa. Una polvareda tuitera, unas disculpas a regañadientes y una negativa a dimitir: otra semana más en la política española. Pero, espoleado por la campaña en redes #DavidPerezDimiteYa que han suscrito líderes de Podemos en Madrid como Miguel Urbán, Tania Sánchez y Clara Serra, junto con la polémica de manipulación y sexismo del que fue objeto el propio Pablo Iglesias esta semana, David Pérez decidía contraatacar horas después de pedir disculpas.

En las últimas horas el PP de Alcorcón y su alcalde han estado distribuyendo un pantallazo del grupo de Telegram que usan los simpatizantes de Podemos, 'Guerrilla'. Mediante esa herramienta, que es abierta, el partido moviliza las acciones sociales, distribuye sus campañas y hashtags, y reparte los contenidos a denunciar. De este modo es capaz de reaccionar de forma rápida y masiva aunque a veces sea a costa del 'copia y pega' ; un ejemplo reciente es la etiqueta #LaMáquinadelFango que activaron para responder a las informaciones sobre el lucro de Ramón Espinar al vender una vivienda de protección oficial.

Este pantallazo está siendo distribuido entre simpatizantes y medios conservadores como prueba de "cacería" y de que "todo estaba preparado". Para los que han suscrito la campaña en reacción a las palabras del alcalde, sin embargo, el hecho de que venga orquestada desde las redes de Podemos ha hecho poco por echarles para atrás.

Todavía estamos a jueves: la trama puede guardar todavía algún nuevo giro de guión.

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