La llegada de la campaña de Navidad ha transformado la dinámica laboral en el sector de la alimentación, donde el incremento del consumo obliga a las empresas a reforzar las plantillas.
Laura, una trabajadora de 27 años que desempeña su labor en un supermercado desde hace algo más de un año, explica esta realidad tras ver modificadas sus condiciones contractuales.
La empresa ha decidido ampliar su jornada habitual de cinco horas diarias hasta alcanzar las ocho horas, una medida que responde directamente al aumento de "muchísimos" clientes y de pedidos que registra el establecimiento en estas fechas.
La empleada describe un escenario de alta exigencia en el establecimiento. La actividad se intensifica con notoriedad y requiere una atención constante por parte del personal.
Laura señala que "hay más reposición" de productos en las estanterías para cubrir la demanda y "más colas en caja", lo que eleva el ritmo de trabajo.
Presión
La dirección ejerce además "más presión" sobre los trabajadores para garantizar que "todo esté listo" ante la afluencia masiva de clientes. Esta situación convierte los turnos diarios en jornadas "más largas y cansadas" que durante el resto del año.
A pesar de la dureza que implica este pico de actividad, la trabajadora valora el cambio de forma positiva. Laura considera que este aumento de horas representa una "oportunidad para ganar algo más de dinero", lo que le otorga una mayor "estabilidad económica" durante los meses de la campaña navideña.
Vida privada
Sin embargo, este beneficio requiere sacrificios en su vida privada. La joven admite que el nuevo horario supone "reorganizar" su día a día y confiesa que acaba la jornada "mucho más agotada" debido al esfuerzo físico y mental que requiere el puesto en estas semanas.
La Navidad se presenta como una época "intensa" en el sector de la alimentación, un hecho que la empleada asume con profesionalidad.
Aunque resume que el ritmo de trabajo como "duro", Laura agradece que la empresa cuente con ella para afrontar este desafío logístico y comercial.
La trabajadora concluye que esta ampliación de jornada es uno de los momentos más críticos del año para el comercio.
De esta manera, a pesar del aumento de trabajo y clientes, la empleada disfruta de una ampliación de contrato con la que obtiene mayores ingresos.
