El mercado inmobiliario vive un momento de transformación en el que las reformas y la eficiencia energética marcan la diferencia en la tasación de una vivienda.
Fernando, tasador con una década de experiencia, asegura que "una vivienda que en origen se valoraba en unos 80.000 euros puede alcanzar perfectamente los 130.000 si se ha reformado bien".
El especialista explica que no es necesario realizar una obra integral para lograr un aumento tan notable en el valor.
La actualización de la cocina y el baño, la instalación de ventanas de calidad y la mejora de la eficiencia energética bastan, según afirma, "para que el salto en tasación sea enorme".
En el mercado actual, esa diferencia puede superar los 50.000 euros entre dos viviendas del mismo edificio, dependiendo de su estado y acabados.
El entorno aumenta el precio
Además de las reformas, la ubicación sigue siendo el factor que más peso tiene. Fernando sostiene que los barrios con mejoras en servicios o entornos rehabilitados "pueden disparar el precio de una vivienda hasta un 60% en pocos años".
El entorno, explica, influye tanto como los metros cuadrados. La apertura de una línea de metro, la renovación de una plaza o la llegada de nuevos comerciantes son elementos que empujan hacia arriba el valor final.
Eficiencia energética
Otro aspecto decisivo en la tasación es la eficiencia energética. Las viviendas con certificaciones altas se están valorando cada vez mejor, algo que Fernando atribuye al ahorro en consumo y al confort térmico.
"Cambiar ventanas, aislar paredes o instalar aerotermia no solo mejora el día a día, sino que revaloriza la vivienda", comenta. Al mismo tiempo, destaca que estas inversiones se tienen en cuenta de forma directa en la tasación.
La demanda es otro factor que puede alterar los precios. En zonas donde escasean los inmuebles con características similares, una vivienda media puede revalorizarse muy por encima de su precio inicial.
"El mercado se mueve por percepción", comenta el experto, al señalar que un piso luminoso, bien conservado y cuidado transmite una sensación de valor que el tasador también refleja en su informe.
En conjunto, Fernando resume que la clave para aumentar el valor de una vivienda está en combinar una buena presentación con mejoras eficientes y un entorno en crecimiento.
Pequeñas inversiones y un mantenimiento adecuado pueden suponer decenas de miles de euros de diferencia en el mercado actual.
