Cada vez son más los establecimientos de restauración que se suben al carro de los desayunos, y no es para menos. Según Luis García, dueño de un bar en San José de la Rinconada desde hace más de 10 años, "los desayunos dan un margen de beneficio del 80 por ciento".
Este hostelero viene de una saga familiar que ha trabajado siempre en la restauración, por lo que desde siempre ha tenido claro qué funciona y qué no en un bar. En este sentido, lo tiene claro, y es que afirma que "si no fuera por las mañanas, muchos bares no aguantarían el mes". "Es lo que nos hace el día", se reafirma.
Explica que "el café y la tostada son los productos que más margen dejan, porque el coste es bajo y se vende muchísimo", de modo que en una hora se puede llegar a servir "lo que en todo el mediodía no haces".
En el caso de su establecimiento, García expone que el precio del café para el cliente es de 1,50 euros, mientras que la tostada "puede valer 2, según lo que lleve". "En total son tres o cuatro euros de ticket, y el coste real no llega a uno".
Con estas cifras, es evidente dónde se encuentra la rentabilidad en un negocio. Además, se suma el hecho de que, en Sevilla capital y en su provincia, desayunar fuera es prácticamente "una tradición", tal y como confirma el hostelero. "Solo tienes que ser un poco listo y ver la tendencia porque, por ejemplo, no me ocurriría abrir un bar de desayunos en la Puerta del Sol de Madrid".
Sin embargo, asegura que todo depende también del horario. "De siete a once de la mañana es cuando de verdad se gana dinero. Después el ritmo baja. Si tienes la barra llena a primera hora, ya sabes que el día va bien", desarrolla. Es por ello que adelantó el horario de apertura.
"Antes abría a las 9:30 de la mañana, pero me di cuenta de que a esa hora la gente que quiere desayunar antes de irse a trabajar la perdía, y solo nos quedábamos con los que desayunan a la hora de los funcionarios", bromea.
Desde entonces asegura que, en su establecimiento, sirven "más de 200 desayunos al día". "Si haces números, eso te paga la luz, el alquiler y parte del personal", afirma.
Las claves del éxito
No obstante, este hostelero experimentado afirma que no solo vale con abrir pronto, sino que existen una serie de claves para mantener el ritmo de venta por las mañanas. "Un buen control de compras es imprescindible. El pan y el café son baratos, pero si no vigilas los desperdicios o el consumo de leche, el margen se te va sin darte cuenta", aconseja.
Finalmente, apunta a lo que todo buen hostelero debe tener en cuenta: el trato con el cliente. "Hay clientes que vienen solo por el trato. Si los saludas por su nombre y les sirves el café como les gusta, no se cambian de bar".
