Con la llegada del otoño, el plan de ir al bosque a coger setas se convierte en uno de los ganadores. En Sevilla hay infinidad de lugares para visitar si lo que se busca es pasar un buen rato con los amigos, familia o solo recolectando hongos.
No obstante, hay una serie de prohibiciones y recomendaciones por parte de la Junta de Andalucía que hay que tener en cuenta si no se quiere acabar la jornada en el bosque con una multa que pagar. Dependiendo de la gravedad de la acción, la multa puede llegar hasta los 600 euros.
Con el puente de la Hispanidad a la vuelta de la esquina, cientos de sevillanos se decantan por ataviarse con las botas y ropa cómoda y poner rumbo a alguna zona de la provincia en la que se puedan recolectar setas.
Y es que desde que arranca octubre hasta que termina noviembre toma gran protagonismo la temporada de la recogida de estas especies que para muchos suponen un verdadero manjar.
Aunque la administración pública no impide en su totalidad hacer esta actividad, sí impone una serie de normas básicas que hay que cumplir y da algún que otro consejo para que la experiencia sea de lo más divertida y gratificante y termine sin complicaciones.
Normas que hay que cumplir
Hay que respetar las cantidades permitidas por la Junta de Andalucía. Además, es necesario dejar que las setas completen su ciclo biológico para así garantizar su aprovechamiento.
Para ello es indispensable que la recogida de las especies se haga de forma manual, sin que el micelio subterráneo -es una especie de red que conecta las plantas y árboles y les permite intercambiar nutrientes- se dañe.
La Junta de Andalucía prohíbe el uso de rastrillos u otras herramientas y obliga a utilizar una navaja para la recolección. En concreto, la forma correcta es cortar el tallo dejando la raíz intacta. Asimismo, en el caso del gurumelo, se puede usar el conocido como pincho gurumelo.
Por otra parte, la recogida de setas que aún no están lo suficientemente maduras está terminantemente prohibida. Esto se hace para garantizar la expansión de la especie por el campo.
Las setas inmaduras, pasadas, alteradas o rotas tendrán que dejarse en el campo, sin tocarlas, para que continúe el desarrollo de la especie.
Todos los hongos que se recolecten deberán de transportarse en un recipiente que esté aireado y que permita la diseminación de las esporas por el campo.
Esto quiere decir que los ejemplares tendrán que trasladarse con, por ejemplo, cestas de mimbre para que todos los residuos de los mismos caigan en el suelo y por ende se expandan.
Trufas silvestres
Recoger trufas silvestres es otra de las actividades estrella de los amantes de la naturaleza. Para llevar a cabo la recolección, la Junta de Andalucía también impone una normativa.
En este caso destaca que la búsqueda y localización de estos elementos podrá hacerse con la ayuda de perros adiestrados u otros sistemas de detección visual como el uso del pincho Turmero.
Al igual que en el caso de las setas, hay una serie de artilugios cuyo uso para recoger los hongos está prohibido. En concreto no se podrán emplear hoces, rastrillos, escardillas o azadas. En su lugar habrá que decantarse por el machete trufero.
Por último, después de haber recolectado la trufa, la Junta advierte de que habrá que dejar el terreno en las mismas condiciones en las que estaba originariamente, tapando los agujeros que se hayan hecho para conseguir el ejemplar.
Incumplir alguna de estas normas impuestas por la Junta de Andalucía puede acarrear multas de hasta 600 euros.
Consejos de la Junta
La Junta de Andalucía da una serie de consejos a tener en cuenta antes de lanzarse al bosque a buscar setas y trufas. Para empezar, subraya que hay que recolectar únicamente las especies que se reconozcan.
Asimismo, señala que no es recomendable dejar los ejemplares mucho tiempo en el frigorífico puesto que es un producto perecedero. Además, la Junta avisa de que los múltiples dichos populares sobre si una especie es tóxica o no son falsos, por lo que no hay que hacerles caso.
Recomienda llevarse al bosque algún equipo para orientarse, como gps, mapas o brújulas, puesto que en este espacio "es fácil desorientarse".
La administración también apunta como recomendable ir acompañado o con teléfono móvil e ir a un centro hospitalario en el caso de malestar después de ingerir alguna seta.
