Cuando el calor aprieta en Sevilla, muchos buscan refugio en las playas de Huelva. Entre ellas, Cuesta Maneli destaca como una joya escondida que recuerda a las calas del Algarve portugués, pero sin cruzar la frontera.
Situada entre Matalascañas y Mazagón, esta playa virgen se encuentra dentro del Espacio Natural de Doñana, uno de los entornos más protegidos de Europa. Su acceso, a través de una pasarela de madera de 1,5 km, garantiza una experiencia única en contacto con la naturaleza.
La tranquilidad de Cuesta Maneli la convierte en un destino ideal para quienes buscan escapar del bullicio. A pesar de su creciente popularidad, sigue siendo un rincón poco masificado, perfecto para desconectar y disfrutar del mar en su estado más puro.
Cuesta Maneli se encuentra en el Monumento Natural Acantilado del Asperillo, una formación geológica de dunas fósiles que se extiende a lo largo de doce hectáreas de costa. Este paisaje singular, con sus acantilados y pinares, ofrece vistas panorámicas que quitan el aliento.
La playa cuenta con una arena fina y dorada, y sus aguas cristalinas invitan al baño y al relax. Además, la ausencia de construcciones y servicios comerciales mantiene intacta su esencia salvaje y natural.
Es importante destacar que, al estar dentro de un espacio protegido, se deben seguir ciertas normas para preservar el entorno, como no dejar residuos y respetar la flora y fauna local.
Desde Sevilla, el trayecto en coche hasta Cuesta Maneli dura aproximadamente una hora y media. Se debe tomar la A-49 en dirección a Huelva y luego la A-494 hacia Mazagón. El acceso a la playa se encuentra señalizado y cuenta con un aparcamiento desde el cual parte la pasarela de madera que conduce al arenal.
Es recomendable llevar todo lo necesario para pasar el día, como agua, comida y protección solar, ya que la playa no dispone de servicios. Además, debido a su carácter virgen, no hay cobertura móvil en algunas zonas, lo que permite una desconexión total.
Para los amantes del senderismo, el camino hacia la playa ofrece la oportunidad de disfrutar de la flora y fauna del Parque Nacional de Doñana, con especies únicas y paisajes de gran belleza.
Visitar Cuesta Maneli es sumergirse en un entorno natural de gran valor ecológico y paisajístico. Es una opción perfecta para quienes buscan una playa tranquila, alejada de las aglomeraciones y en plena armonía con la naturaleza.
Ya sea para pasar un día en familia, practicar senderismo o simplemente relajarse al sol, esta playa ofrece una experiencia única que enamora a quienes la descubren. Sin duda, Cuesta Maneli es uno de los secretos mejor guardados de la costa andaluza.