Con el inicio del curso escolar, vuelve también la preocupación de muchas familias por la salud de sus hijos. La vuelta al cole implica el reencuentro de cientos de niños, docentes y personal escolar en espacios cerrados, lo que aumenta el riesgo de transmisión de virus respiratorios y digestivos.
Según apunta la doctora María José Lirola, pediatra del Hospital Materno- Infantil Quirónsalud Sevilla, “este aumento de contagios se ve potenciado por un contexto de menor exposición a patógenos durante el verano", algo que hace que la inmunidad sea más baja.
A esto hay que añadirle que los menores de cinco años tienen el sistema inmunológico aún en desarrollo y "más dificultad para mantener buenas prácticas de higiene".
Por este motivo, los expertos instan a reforzar las medidas de higiene y prevención tanto en el entorno escolar como en el hogar, con el fin de minimizar contagios.
Además, insisten en una recomendación básica: potenciar la educación sanitaria desde edades tempranas para que los niños comprendan la importancia del autocuidado.
La forma correcta
En este sentido, la doctora Lirola destaca el lavado frecuente de manos como una de las claves para que la vuelta a la rutina no venga de la mano de virus y resfriados. No obstante, avisa de cuál es la forma correcta de hacerlo.
En concreto, hay que lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente antes de comer, después de ir al baño y tras sonarse la nariz o toser.
“Se ha demostrado que este hábito puede reducir los casos de infecciones gastrointestinales en un 31 por ciento y las respiratorias en un 21 por ciento”.
Además, el cumplimiento de los calendarios oficiales de vacunación e inmunización, que protegen frente a un gran número de enfermedades infecciosas frecuentes en la infancia, hacen que todas las medidas de prevención sean más efectivas.
A pesar de todo ello, si el niño enferma, la doctora Lirola señala que el objetivo principal es proteger al niño y evitar que contagie a otros, por lo que recomienda evitar que se acuda a clase cuando presenta síntomas como fiebre, tos persistente o dificultad para respirar.
"Aunque algunos síntomas pueden ser leves, si son recientes y acompañan a malestar general, conviene observar evolución en casa", concluye.
La vuelta al cole puede acarrear ansiedad
“La vuelta al colegio supone un proceso positivo para el desarrollo personal, aprendizaje y socialización del niño, si bien implica nuevos retos y procesos de adaptación”, apunta el pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, Andrés Osuna.
Este especialista asegura que la estructuración del tiempo y la incorporación a la rutina son imprescindibles para el crecimiento personal del niño y su preparación para la vida adulta.
"Hacer partícipes a los hijos del proceso, como, por ejemplo, seleccionar en conjunto los horarios de clases, dejarles escoger su material y actividades extraescolares, entre otros; no sólo favorece la adaptación, sino que ayuda a incentivar la responsabilidad en el niño", incide.
Algunos niños ven la vuelta al cole como la pérdida de la libertad y de su tiempo de juego. Retomar la rutina también puede producir ansiedad, algo que se agudiza cuando hay un cambio de colegios o de compañeros.
El pediatra señala que estos procesos pueden hacer que el niño se sienta triste o asustado.
Sin embargo, declara que, "por lo general, ven el nuevo año escolar con emoción y alegría, por lo que crear en el hogar un ambiente favorable y de apoyo hacia el colegio y sus beneficios es clave para que el niño sobrelleve esta etapa con éxito".
El peso de las mochilas
El doctor Osuna detalla una última preocupación que comparten pediatras y padres: el excesivo peso que, en ocasiones, llevan los niños en sus mochilas.
En este sentido, considera importante sugerir al colegio sólo llevar los útiles necesarios para cada día o que dispongan de sitios donde guardar parte de sus útiles sin tener que cargarlos diariamente.
Asimismo, aconseja que las actividades extraescolares no sean una continuación de la actividad formal de aula, siendo el deporte y el arte las más recomendables.
Ya que la práctica deportiva tiene múltiples beneficios para el desarrollo musculoesquelético y psicomotor, trabajo en equipo, motivación al logro, así como mejorar la capacidad cardiovascular y respiratoria del niño, entre otras; y, paralelamente, las actividades lúdicas y artísticas complementan el desarrollo del niño.
