Arranca la primera fase del plan de control de los mosquitos transmisores del virus de la fiebre del Nilo Occidental, que el pasado verano se cobró diez muertes en la provincia de Sevilla.
Así lo ha anunciado la Diputación de Sevilla, que este año pretende invertir seis millones de euros. Con ello, busca proteger a 15 municipios, partes de la Comarca de Especial Seguimiento, y a sus casi 478.000 habitantes.
Los trabajos han comenzado este viernes en La Puebla del Río. Allí ha estado el presidente de la Diputación, Javier Fernández, que ha subrayado el esfuerzo por parte de la institución por adelantarse este año tras la crisis del pasado verano, que se saldó con la vida de diez personas y diversas protestas vecinales.
"Hemos empezado a actuar tres o cuatro meses antes que el año pasado y estamos trabajando desde lo integral, con un plan muy profesional, muy transversal, en el que intervienen todos los servicios técnicos y organismos especializados en este ámbito", ha explicado.
Ademas, ha defendido que se han incorporado "empresas muy potentes y muy profesionales con una amplia experiencia en este sector".
Este adelanto de las tareas de fumigación se produce dentro de un estado de confrontación entre la Diputación y la Junta de Andalucía, ya que desde la entidad socialista consideran que se trata de un problema de "sanidad pública", por lo que "las competencias pertenecen a la Junta".
Sin embargo, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) declaraba conforme a derecho una resolución con la que la Junta reclamaba al Ayuntamiento de Isla Mayor la elaboración y aplicación de un plan municipal de control contra esta plaga.
Esta resolución se amparaba en "los artículos 5 y 18 del Decreto 8/1995, de 24 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Desinfección, Desinsectación y Desratización Sanitarias, reconocen la aplicación de tratamientos de desinsectación y desratización y desinfectantes por los servicios oficiales de los municipios".
Alto riesgo de contagio
En cualquier caso, el riesgo de muerte es real, y así se observó durante el pasado verano 2024. Tanto es así que, para este 2025, uno de cada tres municipios de Sevilla presentan un nivel de riesgo alto de contagio de Virus del Nilo.
Así lo decretó la Junta de Andalucía en su Programa de Vigilancia y Control publicado el pasado martes. En esta ocasión, ha simplificado el nivel de riesgo en tres niveles, bajo, medio y alto. El año pasado había hasta seis, del 0 al 5 en función de la situación del municipio.
Las localidades que registran un riesgo alto de contagio son Sevilla capital, Mairena del Aljarafe, Mairena del Alcor, Utrera, La Puebla del Río, Dos Hermanas y Los Palacios.
También Alcalá de Guadaíra, Almensilla, Aznalcázar, Bollullos de la Mitación, Bormujos, El Viso del Alcor, Espartinas, Gelves, Gerena, Guillena, Isla Mayor, La Rinconada, Las Cabezas de San Juan, Palomares, San Juan de Aznalfarache, Tomares, Utrera y Villamanrique de la Condesa.
El riesgo se extiende hasta la Sierra Norte sevillana, en la que municipios como Cazalla de la Sierra, Constantina, el Pedroso, Castillo de las Guardas, La Puebla de los Infantes, Las Navas de la Concepción y Real de la Jara también se encuentran en alerta.
Igualmente, también tienen riesgo alto municipios de la Vega del Guadalquivir como Cantillana, Carmona y Villaverde del Río. Están dentro de la lista Écija y pueblos de su entorno como Fuentes de Andalucía, La Campana y La Luisiana.
Del mismo modo, aparecen Morón de la Frontera y El Coronil, y en la zona del Bajo Guadalquivir, ya en la frontera con Cádiz, están El Cuervo y Lebrija.