El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, no descarta volver a usar la cuestión de confianza en el caso de que peligrase la aprobación de los presupuestos 2026.
Así lo ha anunciado este viernes en un desayuno informativo organizado por Fórum Europa Tribuna Andalucía. El primer edil hispalense ha defendido que no piensa "consentir que, por capricho, se paralice la ciudad". "Sevilla va a tener cuentas para 2026 sí o sí", ha recalcado.
Sería la segunda vez que el alcalde sevillano utiliza este mecanismo para salvar las cuentas de la ciudad, que serían "las más altas que se han presentado hasta el momento" en la urbe.
En total, la cifra asciende a 1.094 millones de euros, 1.370 con las cuentas consolidadas, con las empresas públicas, "que puede ser muy apoyado por otras fuerzas políticas porque se centra en la mejora de los servicios públicos, en mejorar la calidad de los mismos y en incrementar las políticas sociales".
Gran parte del presupuesto para el próximo 2026 irá destinado al servicio de limpieza municipal, Lipasam, uno de los grandes objetivos de Sanz desde que llegó al Gobierno local.
Apuesta por la limpieza
En este sentido, el alcalde sevillano ha destacado que la empresa dependiente del Consistorio "ahora contará con poco más de 150 millones de euros".
Al hilo de esto, ha subrayado que "cuando Juan Ignacio Zoido (PP) llegó a la Alcaldía, en 2011, la empresa tenía un presupuesto de 108 millones de euros, el mismo que cuando llegamos en 2023. La apuesta que hizo el Partido Socialista fue ninguna".
"Cuando entregamos el pendrive con el presupuesto a los grupos municipales manifestamos que debíamos intentar alejarnos de lo ideológico, centrarnos en la gestión e intentar, entre todos, darle estabilidad a la ciudad", ha remarcado el alcalde.
De hacerlo, esta sería la segunda vez que José Luis Sanz recurre a la cuestión de confianza para sacar adelante las cuentas de Sevilla.
La primera fue en 2024, cuando el primer edil planteó este mecanismo de cara a las cuentas de 2024. Sin embargo, la cuestión fue rechazada por los grupos de la oposición (PSOE, Vox, Podemos-IU) con 17 votos en contra frente a los 14 del PP.
Posteriormente, se abrió un plazo de un mes para que la oposición presentase una moción de censura. Esta no prosperó y las cuentas quedaron aprobadas.
