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El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha confirmado este viernes la presencia de gripe aviar en dos ejemplares de cigüeña blanca localizados en el entorno natural de Doñana.

Las aves fueron encontradas en el Caño Guadiamar, dentro del término municipal de Aznalcázar (Sevilla), y las muestras biológicas, recogidas el pasado 3 de septiembre, fueron analizadas en el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete con resultado positivo.

Ante esta situación, la Junta de Andalucía mantiene el nivel 2 de emergencia en el Espacio Natural de Doñana como medida de precaución.

Este nivel implica reforzar la vigilancia epidemiológica sobre aves silvestres, especialmente migratorias y acuáticas, así como aplicar protocolos más estrictos de recogida de ejemplares muertos o con síntomas compatibles con la enfermedad.

La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente recuerda que el Programa de Vigilancia Epidemiológica de la Fauna Silvestre de Andalucía se aplica de forma continua en espacios naturales protegidos como Doñana.

Este trabajo se coordina con el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de Andalucía (CAD), el Ministerio y la Red Nacional de Alerta Sanitaria Veterinaria, con el fin de detectar de forma precoz cualquier foco y evitar su propagación.

Doce brotes

Hace apenas dos días se conocía que Andalucía había registrado once focos de gripe aviar en la comunidad, a los que se suman el mencionado en Doñana.

Dos en explotaciones ganaderas en Huelva y otras diez de tipo urbano en esa provincia y en Sevilla eran los focos notificados. Sin embargo, no se ha detectado ningún contagio a humanos.

Recomendaciones a la población

El director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Junta, Manuel Fernández Zurbarán, ha detallado una serie de recomendaciones dentro del protocolo establecido.

Entre ellas, evitar el contacto directo con aves acuáticas o silvestres, mantener una distancia mínima de un metro, no darles de comer ni tocar superficies sucias de excrementos.

En caso de hallar aves muertas o enfermas, se pide no manipularlas y avisar al teléfono indicado por los gestores de cada parque.

Si se pasea con mascotas, se aconseja llevarlas con correa y evitar que se acerquen a zonas con excrementos o cadáveres de aves.

Además, tras la visita al parque, se recomienda lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 60 segundos o usar gel hidroalcohólico durante 20 segundos.

En caso de presentar síntomas compatibles con la gripe tras un posible contacto con aves, se debe llamar a Salud Responde.

Fernández Zurbarán recordó que el riesgo de transmisión a la población general es muy bajo, aunque manipular animales muertos sin protección adecuada puede conllevar la transmisión de enfermedades zoonóticas.

Asimismo, animó a las personas candidatas a la vacunación contra la gripe estacional a acudir a su centro de salud.

Protocolos en parques urbanos

El director general explicó que existe un protocolo de coordinación con los ayuntamientos para la vigilancia de influenza aviar en parques urbanos y periurbanos, tras detectarse por primera vez un foco en el Parque del Tamarguillo de Sevilla.

Estas medidas incluyen el control de la densidad de aves, la limpieza de habitáculos, el aislamiento cuando sea necesario y la vigilancia del estado de las láminas de agua.

En caso de que se detecten tres o más cadáveres en un mismo espacio en menos de 24 horas, los ayuntamientos deben notificarlo y valorar las actuaciones pertinentes, pudiendo llegar al cierre temporal de los parques durante la retirada de cadáveres y la desinfección.

Protección de trabajadores

El protocolo también contempla medidas específicas para trabajadores en contacto con aves, como formación preventiva, equipos de protección individual y vacunación anual contra la gripe estacional.

Los ayuntamientos o titulares de los parques deberán informar a los usuarios mediante cartelería y garantizar sistemas de vigilancia diaria.

Una vez confirmado un foco de influenza aviar, las autoridades deberán elaborar un listado de personas expuestas y remitirlo a la Delegación Territorial de Salud para evaluar posibles riesgos y, en caso necesario, realizar un seguimiento sanitario.