Sevilla vivirá este viernes uno de sus días grandes. Como cada 15 de agosto, la ciudad se engalana para ver procesionar a su Patrona, la Virgen de los Reyes.
Miles de hispalenses se congregan en las inmediaciones de la Catedral para acompañar a la Virgen, pero hay quienes van un paso más allá.
Cada madrugada del 14 de agosto, centenares de devotos de determinados pueblos de la provincia ponen rumbo hacia la capital hispalense para ser testigos de una de las grandes procesiones del año. Lo curioso es que estos fieles lo hacen a pie, enfrentando el calor, la oscuridad de la noche y el cansancio.
Carmen Fernández es una de ellas. Natural de Villanueva del Ariscal, desde hace años camina alrededor de 20 kilómetros para disfrutar del recorrido de la Virgen de los Reyes. Los motivos de su caminata están claros: "Tradición y devoción", señala esta joven de 27 años a EL ESPAÑOL de Sevilla.
Francisco Rubio, de la Hermandad de la Vera Cruz de Brenes, sostiene que la madrugada del 15 de agosto recorren "22 kilómetros en unas seis horas".
Para agradecer, de una forma u otra, el esfuerzo de los peregrinos, la asociación de la Virgen de los Reyes de Sevilla obsequia a cada uno de los caminantes a su llegada a la catedral.
Devoción antes de ser patrona
"A todo el que llega le damos una estampa de la Virgen y, si lo piden, también para aquellos familiares que no han podido venir", destaca Federico Carrasco, vocal de mantenimiento de dicha asociación.
La Virgen de los Reyes es capaz de aglutinar a "unos 5.000 peregrinos en el interior del templo". Sin embargo, cabe destacar que hay quienes "tienen que quedarse fuera por la falta de espacio" en el interior de la iglesia.
Federico fecha en el año 1948 el inicio de esta tradición que, desde entonces, no ha dejado de sumar fieles. Y es que la Virgen "siempre ha tenido mucha devoción, incluso sin ser patrona".
Desde que comienzan las primeras misas por motivo del Día de la Virgen sobre las 5:30 horas, la Catedral de Sevilla es testigo de un goteo constante de devotos que viene con un único objetivo: seguir a la patrona de la ciudad.
Imagen de los peregrinos de la hermandad de la Vera Cruz de Brenes a su llegada a la Macarena.
A Carmen la acompañan alrededor de 100 personas. Esta sevillana pertenece a la Hermandad de la Vera Cruz de Villanueva del Ariscal y a la junta de gobierno de la misma. Además, es una de las responsables del grupo joven de la hermandad.
Reúne a jóvenes y mayores
Carmen afirma que, lo que empezó como una forma diferente de llegar hasta Sevilla para ver a la Virgen, se ha convertido en toda una "tradición".
Ahora, casi un centenar de personas se dan cita antes de las 3:00 horas en la Casa de la Hermandad y en la ermita del pueblo para emprender la marcha.
Después de "unas cuatro horas de camino y casi 20 kilómetros" de caminata, el grupo de fieles desemboca en la hispalense.
El itinerario es el siguiente: parten de la ermita del pueblo y recorren diferentes puntos de Espartinas, Gines, la Cuesta del Carambolo y Camas hasta llegar a las inmediaciones de Torre Sevilla.
En el camino de ida se congregarán "alrededor de 95 vecinos" de Villanueva del Ariscal y de otras zonas cercanas al pueblo. Pero, a la hora de volver "cada uno elige cómo se va". El coche o el autobús son las opciones ganadoras.
Sin embargo, hay quien sí decide hacer el camino de vuelta a pie. Ignacio Tomilla es quien dirige la peregrinación que parte desde Villanueva del Ariscal. Desde hace unos 17 años, este sevillano guía a casi un centenar de personas hasta la capital hispalense.
La vuelta a pie
Una vez que la Patrona sale y toca volver a casa, la mayoría de los peregrinos deciden hacerlo en algún medio de transporte, pero no es el caso de Ignacio. Este devoto de la Virgen de los Reyes, amante del senderismo, emprende la vuelta a pie.
"Si se va andando a ver a la virgen, a mi parecer, se debe volver de la misma manera", argumenta. No obstante, afirma ser consciente de la "dificultad que esto conlleva".
Y es que el calor, el camino en pendiente y el cansancio después de horas caminando forman el tándem perfecto para que la mayoría de los fieles prefieran volver sobre ruedas.
En solo dos ocasiones Ignacio Tomilla ha vuelto acompañado. La primera vez fueron dos jóvenes quienes decidieron emprender el camino de vuelta hacia Villanueva del Ariscal.
La segunda vez fue una "señora mayor que no pudo terminar porque se empezó a encontrar mal". Al final, todo quedó en un susto.
Parada de avituallamiento
La de Villanueva no es la única hermandad que procesiona a pie hasta la Catedral de Sevilla para ver a la Patrona de la ciudad procesionar.
También lo hacen hermandades y parroquias pertenecientes a los archiprestazgos de Dos Hermanas, Pilas, Castilleja de la Cuesta, Itálica, Alcalá de Guadaíra, Cazalla de la Sierra, Estepa, San Juan de Aznalfarache, Sanlúcar la Mayor y Cerro-Amate.
De la Hermandad de la Vera Cruz de Brenes se congregan alrededor de 50 devotos de la Virgen de los Reyes. Desde que se dan cita en la Casa de la Hermandad hasta que llegan al templo sevillano, transcurren unas seis horas y recorren "alrededor de unos 22 kilómetros".
Al igual que la de Villanueva, los peregrinos disfrutan de una parada para el avituallamiento para reponer fuerzas. San José de la Rinconada, el camino del arroyo de Miraflores, el barrio de San Jerónimo y el arco de la Macarena son las paradas que componen la peregrinación.
En resumen, la procesión de la Virgen de los Reyes el 15 de agosto no solo es una de las citas religiosas más emblemáticas de Sevilla, sino también un ejemplo de fe y tradición que trasciende generaciones.
