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Un grupo de investigadores de Sevilla ha desarrollado una plataforma para que los ciudadanos puedan identificar bulos y noticias falsas y fomentar el pensamiento crítico.

Es el resultado del proyecto de ciencia ciudadana 'De pantallas a ventanas: un proyecto contra la desinformación digital'. En él trabajó un equipo de la Universidad de Sevilla y la empresa Civiencia, dependiente de la Hispalense.

Los objetivos de dicha iniciativa son divulgar y dar a los ciudadanos "pautas claras y sencillas para una actuación informada frente a los bulos", según informa la Consejería de Universidades de la Junta de Andalucía.

La nueva plataforma entrena a los usuarios para que comprendan cómo se relaciona la conducta humana y el éxito de la desinformación.

Para ello, han creado un árbol pedagógico de decisión. Dicho sistema plantea a los ciudadanos un recorrido por internet, con herramientas de aprendizaje en cada paso. En cada avance aparecen nuevas opciones para navegar.

De esta manera, indican desde Universidades, se fomenta "un aprendizaje personalizado y dinámico, basado en los mecanismos psicológicos que influyen en la difusión y creencia en la desinformación".

Para desarrollar dicha plataforma, se siguieron varios pasos. En primer lugar, los investigadores crearon un mapa conceptual sobre las variables que influyen en las noticias falsas.

Con la aportación de 500 personas

Al mismo tiempo, se realizaron entrevistas a expertos y ciudadanos. También se revisó la literatura científica previa para dotar al proyecto de base teórica.

Son más de 500 personas las que se han implicado en la creación de la plataforma entre asociaciones de familias y vecinales, estudiantes universitarios y organizaciones no gubernamentales.

Han participado la Asociación de Familias de la Oliva (Sevilla), el CEIP Fernán Caballero del Tiro de Línea (Sevilla), el IES Santo Domingo de El Puerto de Santa María, la Coordinadora Andaluza de ONGD y estudiantes de la Psicología, Comunicación, Educación y Filología de la Universidad de Sevilla.

Todas sus aportaciones permitieron la definición de unas pautas sencillas para enfrentarse a los bulos y la desinformación.

Varios pasos a seguir

El coordinador del proyecto, Vicente Manzano indica algunas de las herramientas. "Contrastar la información, identificar la fuente original, desconfiar de los mensajes alarmistas o demasiado emocionales y no compartir contenidos si no se está seguro de su veracidad son algunas de las recomendaciones aportadas", revela este investigador de la Universidad de Sevilla.

La primera parte del proyecto consistió en comprender las noticias falsas. Se hizo una recapitulación de la evidencia científica. Para ello se revisó la bibliografía y se analizaron las guías de buenas prácticas.

Luego, se estudiaron las aportaciones de los grupos en talleres y sesiones formativas pensadas para divulgar y capacitar a escolares y a personas de la tercera edad, colectivos a los que se considera más vulnerables ante la desinformación.

Así fue posible empezar "desde abajo", para construir una respuesta social basada en las experiencias de los ciudadanos.

De esta manera, se adaptaron los contenidos y herramientas del proyecto con el objetivo de favorecer una alfabetización mediática inclusiva que se convierta en un antídoto contra la desinformación.