El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, firmó esta pasada semana un acuerdo con Vox para que dicha formación apoyase los Presupuestos de la ciudad para 2026.
El acuerdo, muy criticado por el PSOE y por IU-Podemos, supone un balón de oxígeno y un camino más que llano para que el primer edil se presente a las elecciones de 2027 sin depender entonces de los de Abascal.
Este es el segundo pacto del PP municipal con Vox. Pero, curiosamente, será el que permita a Sanz llegar a las elecciones de 2027 todo lo lejos que quiera de los de Abascal.
¿Por qué? Porque los comicios son en mayo de 2027. Eso quiere decir que estas son las últimas cuentas para un año completo. Las del próximo, ya electoral, podrían prorrogarse y luego replantearse tras el domingo de votación, reconocían la pasada semana voces del PP local.
Fuentes de Vox reconocen que, para finales de 2026, la idea es tomar distancia. No quieren llegar a las urnas como aliado del PP. Tampoco los populares quieren que se les perciba como socios preferentes de los de Abascal.
'Pelea'
Por eso este acuerdo, aunque une temporalmente a PP y Vox, será la antesala de una 'pelea' -liturgia electoral que lleva siempre a los socios a discutir para poder ir a la campaña con las manos libres de compromisos- de cara a los comicios municipales de 2027.
En Vox el sentimiento es de triunfo: han conseguido foto, espacio mediático y meter en el debate sus ideas gracias a un pacto que, también reconocen en privado, es limitado.
Saben, como indican fuentes del PP local, que cualquier ley está por encima de una ordenanza municipal. El pacto, cabe recordar, recoge elementos como impedir el empadronamiento de inmigrantes. Sin embargo, esto se regula por una normativa estatal. Complicado recortarla.
De todos modos, ambos partidos han conseguido lo querido, señalan ambas partes por separado. Vox, espacio y medidas que, aunque cosméticas, les sitúa en los medios; el PP, unos Presupuestos para llegar a las elecciones de 2027.
En todo caso, estos son las terceras cuentas que consigue aprobar Sanz pese a que cuenta con una mayoría simple y una aritmética compleja en el Pleno del Ayuntamiento hispalense.
En el primer año, ante el bloqueo de Vox y PSOE -que el alcalde criticó como "la pinza" que le impedía gobernar- recurrió a una estrategia audaz: presentar una moción de confianza ligada a los Presupuestos.
Conocedor de que ni a su izquierda -PSOE, IU y Podemos- ni a su derecha -Vox- se iban a poner de acuerdo para presentar un candidato alternativo, la moción decayó, obligando a la aprobación de las cuentas de 2024.
Proyecto político
El pasado año un acuerdo con Vox hizo posible que hubiese Presupuestos. Sin cuentas, el proyecto político se desdibuja, algo de lo que son perfectamente conscientes en el equipo de Sanz y lo que llevó al acuerdo.
Fue el primer acercamiento. La oposición entonces criticó, como ahora, el que el PP no mantuviese un 'cordón sanitario' a Vox.
Sea como fuere, la ciudad ha tenido este año Presupuesto. Y lo tendrá en 2026. Para 2027 a Sanz le valdrá prorrogar y distanciarse de los de Abascal para lograr la mayoría que se le resistió en 2023 por dos ediles.
