El Cabildo Catedral de Sevilla ha incorporado a su colección artística una obra de especial relevancia histórica y devocional: 'San Fernando guiado por el Ángel durante el asedio de Sevilla', un lienzo de gran formato atribuido al pintor romano Ludovico Gimignani (1643–1697).
La pieza, adquirida recientemente en la galería Magalhaes & Santos, se integra en el patrimonio de la Catedral con la intención de reforzar la memoria del monarca castellano, canonizado en 1671 y figura esencial en la historia de la ciudad.
El interés del Cabildo por esta adquisición responde tanto a la calidad artística del cuadro como a la estrecha vinculación de San Fernando con el templo metropolitano.
El rey conquistador de Sevilla en 1248 fue enterrado en la propia Catedral y se convirtió, tras su canonización, en referente devocional de la ciudad. La obra, que ahora se suma al tesoro catedralicio, refuerza ese legado.
El cuadro representa al rey Fernando III durante el asedio de Sevilla, acompañado por un ángel que lo conduce, como símbolo de que su conquista no fue solo una acción militar, sino que estaba guiada por la voluntad de Dios, según estudios.
Inspiración italiana
Según un análisis detallado de la galería Magalhaes & Santos, la escena refleja el dramatismo y la expresividad propios del barroco romano en el que se formó Gimignani, artista de familia ligada a la tradición artística de Roma —hijo del pintor Giacinto Gimignani y nieto del escultor Alessandro Algardi— y especializado en composiciones religiosas de gran intensidad.
El lienzo llegó a España, según la tradición, como encargo para conmemorar la canonización de Fernando III.
Esta circunstancia, según Magalhaes & Santos, explicaría las diferencias respecto al programa iconográfico que el Cabildo hispalense aprobó en 1671, en el que se fijaba que el santo debía portar la espada Lobera, el globo terráqueo y la corona imperial.
En la pintura de Gimignani, sin embargo, San Fernando aparece con barba, armadura y capa, pero sin esos atributos, lo que pone de manifiesto el desconocimiento del pintor romano sobre las convenciones iconográficas sevillanas.
Sevilla, escenario reinterpretado
En el fondo del lienzo se reconoce la ciudad de Sevilla con la Giralda dominando el horizonte. Sin embargo, un análisis más detallado revela que Gimignani trabajó a partir de grabados o referencias indirectas, ya que la torre aparece representada con elementos arquitectónicos inexactos.
Pese a ello, la obra conserva un fuerte poder evocador y sitúa al espectador en el contexto histórico del 22 de diciembre de 1248, cuando Fernando III tomó la ciudad tras un asedio de más de dieciocho meses.
La composición remite también a las leyendas en torno a la conquista, como la visión de la Virgen de los Reyes o el mandato milagroso de San Isidro. El rey aparece en actitud recogida, guiado por el ángel hacia la tienda donde, según la tradición, recibiría esa inspiración sobrenatural antes de lograr la victoria.
Valor artístico
El lienzo se encuentra en la actualidad en excelente estado de conservación, con visibles pentimenti que confirman su condición de original, según los expertos.
La crítica destaca la elegancia en el tratamiento del color, el contraste lumínico y la teatralidad de las figuras, rasgos que definen la madurez estilística de Gimignani y su pertenencia a la gran tradición barroca romana.
La incorporación de esta obra al patrimonio catedralicio supone un paso más en la estrategia del Cabildo de reforzar su colección con piezas de alto valor artístico e histórico.
En este caso, además, se trata de una pintura que recupera una iconografía clave para Sevilla y que ayuda a comprender cómo la figura de San Fernando trascendió el ámbito político para convertirse en símbolo religioso y cultural de toda una ciudad.
