Las muertes de aves ya se reparten por distintos puntos de Sevilla. En poco más de diez días han fallecido 101 ejemplares. El problema va más allá del Parque del Tamarguillo, donde la gripe aviar ya ha causado la muerte a 71 gansos y no se descarta que haya más.
Ya lo avisaba este martes, Manuel Fernández, director general de Salud Pública de la Junta de Andalucía.
"Nuestro análisis es que van a seguir apareciendo nuevos focos en las próximas semanas y meses de gripe aviar en nuestro entorno, pero eso no cambia de momento el nivel de riesgo que sigue siendo muy bajo para la población en general", alertaba.
Ahora, según confirman, fuentes municipales, Junta de Andalucía y Ayuntamiento están en contacto permanente. Se estudian qué medidas aplicar en los próximos días para evitar que la oleada de muertes siga creciendo.
Este jueves, sin que haya confirmación oficial de las causas, el Ayuntamiento anunció la muerte de 28 aves más.
Tres de ellas eran gansos del Parque del Tamarguillo, dentro del brote ya certificado de gripe aviar. No obstante, se está a la espera de conocer si es su variante más virulenta o una más leve.
Se le suma la muerte de tres gansos en el Parque Miraflores, que también se ha cerrado. Otras 20 aves han muerto en el cercano Centro de Educación Ambiental, donde hay una granja escuela.
En puntos muy alejados
Hay una distancia de 15 kilómetros entre dichos enclaves y el Parque del Tamarguillo. Si se confirma gripe aviar, sería la confirmación de que el brote va más allá de una localización concreta.
Más lejos está el Alcázar, donde este jueves también se confirmaba la muerte de una pava real y de un pato.
Aunque según señalan los expertos el problema es más de salud animal que pública, el fenómeno ya tiene incidencia directa en la vida de la ciudad.
Incidencia directa en la vida de la ciudad
La muerte de estas dos aves ya ha obligado a cerrar los jardines de uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
Este 2024 batió récord con 2,3 millones de visitantes, aunque el resto de conjunto, más allá de las zonas naturales, se puede visitar.
Por ejemplo, se ha suspendido el espectáculo 'Las Noches de los jardines del Alcázar'. Habían asistido más de 21.000 personas durante todo el verano. Había conciertos previstos hasta el 20 de septiembre.
Antes del primer brote
Antes incluso de que aparecieran los gansos muertos en el Tamarguillo, en el Parque de María Luisa, otro enclave céntrico y emblemático de la ciudad, aparecieron muertos cinco patos.
Se concluyó que el estado del agua no era el problema. Ante ello, se contó con la colaboración de la Junta de Andalucía para hacerles pruebas de gripe aviar a las aves. El resultado fue "no concluyente", según confirmaron fuentes municipales.
Pero no se descartó dicho virus. "Pudieron haber pasado la gripe aviar, pero no se puede determinar que fuera la causa de la muerte", señalaban fuentes municipales.
Pese a ello, este mismo miércoles, los operarios del Ayuntamiento de Sevilla procedieron a la limpieza del estanque donde se localizaron sus cadáveres.
A la espera de que se conozca la causa de la muerte de esta nueva tanda de aves, la sucesión de decesos confirma que el problema va más allá de una localización concreta.
Vigilancia humana
Ahora, el trabajo se manifiesta en varios frentes. Por un lado, se trabaja para que el problema animal no se convierta en humano, aunque insisten las autoridades en que "el riesgo es muy bajo".
Respecto al brote del Tamarguillo, el único identificado ahora como gripe aviar, el Ayuntamiento ha elaborado una lista de 25 posibles contactos. Todos ellos eran trabajadores del parque o externos que han participado en la toma de muestras.
Es la Consejería de Salud quien se encarga de valorar su estado, pero, según indican "no todas han tenido contacto de riesgo". "Se descartarán a las que no han tenido y se hará seguimiento de todas las que sí han tenido ese contacto", añaden.
En cualquier caso, ninguna de ellas presenta síntomas. A pesar de ello, se le hará un seguimiento médico de diez días y una PCR cinco días después del último contacto.
Riesgo "muy bajo"
Sea como sea, insisten en que el riesgo de transmisión a humanos es "muy bajo". La mayoría de los cerca de 1.000 casos registrados en el mundo desde 2003 se han producido en el sudeste asiático. Eran casos en que la gente vivía dentro de explotaciones avícolas contaminadas.
"La manera de contaminarse es bien por una exposición, por un contacto directo o cercano con animales infectados, sus fluidos corporales, tejidos, plumas, excrementos, o bien estar en un ambiente cerrado y contaminado por el virus", señalaba el director general de Salud Pública.
Por otro lado, como parte del protocolo, ya se buscan "casos sospechosos" en los centros de salud, ya que el cuadro clínico de la gripe aviar es muy similar al de la gripe estacional. Se valorará si ha habido contacto estrecho de aves.
Vigilancia animal
La otra parte de la estrategia es impedir que el foco se expanda, un asunto más complejo, ya que el virus lo transmiten aves migratorias que vienen de otros países.
Es decir, una misma ave puede haber contaminado a otros ejemplares en distintos puntos de la ciudad y hacer que el virus se extienda por la población avícola. Indican los expertos que únicamente se contagia por el aire, pero también por la saliva y las heces.
Así, para todos los animales infectados, la suerte está echada. "No se intentan recuperar animales, se intenta impedir que se difunda el virus", dice Santiago Sánchez-Apellaniz, jefe del departamento Sanidad Animal de la Delegación de la Consejería de Agricultura en Sevilla
Según este experto, que ha trabajado en el caso, se están aplicando diferentes medidas de bioseguridad, entre ellas las desinsectaciones. También hay un sistema de vigilancia activa y pasiva en el que se toman muestras periódicamente.
Muestras negativas en el Alcázar
Esto sucedió en el Alcázar, que tiene sistema de veterinario propio desde junio. Entre julio y agosto, todas las muestras dieron negativo en gripe aviar.
Igualmente se utilizan cimbeles, unos gansos "que se usan en zonas acuáticas para estar alerta por si llegan aves migratorias y contagia al resto de la comunidad".
"Se miden las temperaturas, el consumo de alimentos, si hay bajas que sean normales. Se activan todas las alertas para estar preparados en el supuesto caso de que hubiera otro brote", indica Sánchez-Apellániz.
En cualquier caso, y a la espera de más pruebas, según informan fuentes municipales, el contacto es permanente entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento. Estudian todas las medidas aplicar en los próximos días, sobre todo para evitar que el foco de gripe aviar se expanda.
