El domingo 29 de junio, dentro de poco más de una semana, Sevilla será capital mundial. No es una exageración. A la ciudad habrán llegado presidentes del Gobierno, jefes de Estado y delegaciones de 150 países para la cumbre de la ONU que se celebra desde el día 30.
A eso se suma que ese mismo lunes 30 de junio, a primera hora, la Comisión Europea celebra en Sevilla el inicio de las obras de su nueva sede en la ciudad. Asistirá la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen.
Los actos especiales empezarán el mismo domingo. Ese día está previsto que Sus Majestades Los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, ofrezcan a los asistentes al cónclave de la ONU una cena en el Alcázar.
El lunes será el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien agasaje a los asistentes a la cumbre en la Casa de Dueñas, propiedad de la Casa de Alba y residencia de la familia en la capital andaluza.
La coincidencia de ambos eventos tiene ocupados a muchos servicios de protocolo y de seguridad. A los del Ayuntamiento de Sevilla, a los de la Delegación y Subdelegación del Gobierno, al Ejecutivo central, a la UE, a la ONU...
Real Alcázar
Tras la cena de la Casa Real en el Alcázar -su residencia en Sevilla y el palacio real más antiguo en uso continuado del mundo-, el lunes a primera hora llegará el verdadero reto. Porque a las 9 de la mañana en la Cartuja está previsto que empiece el acto de primera piedra del nuevo edificio de la Comisión Europea (CE) en la capital andaluza.
Al acto asistirá la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen. También dos comisarias europeas: Ekaterina Zaharieva, titular de startups, investigación e innovación y Jessika Roswall, que se encarga de medio ambiente, agua y economía circular.
Este acto, ya de por sí, ya podía poner en jaque el tráfico de la ciudad. Al menos en la zona de La Cartuja y sus alrededores, donde va a celebrarse. Acabará a las 10.30 de la mañana. Pero eso solo es el inicio de un súper lunes para Sevilla.
Porque, sin solución de continuidad, el foco pasará a Sevilla Este. Allí arranca la cumbre de la ONU. A las 12 de la mañana -Von der Layen tiene tiempo para llegar al encuentro si quiere-, comienza el Plenario en el Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes) de la capital andaluza.
Ahí los países debatirán sobre deuda, inversiones nacionales e internacionales, negocios privados, recursos nacionales, cooperación internacional, comercio internacional, ciencia, tecnología, innovación o construcción.
Las reuniones se sucederán en Fibes hasta las 18.00 horas. A esa hora está previsto que las delegaciones se trasladen a sus hoteles y se preparen para la cena que ofrecerá el presidente del Gobierno en la Casa de Dueñas, en el Centro de Sevilla.
Y aquí está el segundo gran desafío del día: mover a decenas de presidentes del Gobierno y jefes de Estado por la capital andaluza sin provocar un caos de tráfico. Por eso el alcalde animaba la pasada semana a los sevillanos a desplazarse lo menos posible e, incluso, a teletrabajar o tomar días de asuntos propios.
No en vano, el Ayuntamiento advierte de la relevancia de esta cumbre hace meses. "Es el mayor evento de Sevilla desde la Expo 92", señaló el alcalde hace meses, cuando se conoció que la capital andaluza iba a albergar el encuentro de la ONU.
Y eso era antes de que, a esta cumbre se sumara el evento de la Comisión Europea para conmemorar su nuevo edificio en Sevilla, una construcción de la Nueva Bauhaus europea que combina modernidad y tradición y busca la sostenibilidad.
Sea como fuere, el acto de Von der Layen acaba el mismo lunes. La cumbre de la ONU se extiende hasta el 3 de julio. Fuentes del Ayuntamiento se congratulan de poner a la ciudad en el mapa y aseguran que la capital andaluza está más que capacitada para acoger estos eventos.
A la vez, piden paciencia. Porque es previsible que decenas de líderes mundiales, cada uno de ellos con escoltas y chóferes, colapsen por momentos algunas zonas de la ciudad. El súper lunes de junio en Sevilla promete poner el foco mundial sobre la ciudad. Y atascos, sobre todo en Sevilla Este.