"Sevilla para mí es la mejor ciudad para vivir del mundo. Pero para ello hay que pagar un peaje". Así empieza el vídeo del actor Adrián Pino en sus perfiles en redes sociales en las que el cómico desvela el secreto -y la ventaja- de la capital de Andalucía.

Porque no, para Pino los sevillanos no se han adaptado al calor por mucho que todos los años la ciudad pase meses rondando los 40 grados. "Los de fuera de Sevilla se creen que somos como esquimales, pero a la inversa. Personas que han conseguido adaptarse al calor, han mutado para resistir estas temperaturas", señala.

Pero "nada más lejos de la realidad. El sevillano no ha conseguido adaptarse al calor. Es lo contrario al Darwinismo. Y de ahí su magia", opina el actor.

¿Por qué? Porque Sevilla, indica, "es una ciudad que solo funciona nueve meses al año, hiberna de junio a septiembre". Eso provoca, añade, que como hay menos tiempo en el resto de España por culpa del calor, la ciudad concentra toda la vida en menos tiempo. "Son nueve meses que vivimos a tope", indica.

Eso explica la razón de que en esos nueve meses "hay de todo. Demasiadas cosas a veces", reconoce. Semana Santa, Feria, Corpus, Cuaresma... Todo cabe en la ciudad, pero se para cuando llega la canícula en junio.

"Ciudad decorado"

"¿Podríamos inventar una máquina para aclimatar ciudades? Sí, pero no nos vendría bien porque entonces Sevilla dejaría de ser nuestra para ser una ciudad decorado, como ahora un poco pero por 10.000", opina.

Una Sevilla sin calor, cree, sería víctima de una invasión total. "Sería la primera ciudad conquistada de España de la nueva época moderna" y "los precios de alquiler subirían por 10 y adiós muy buenas", opina este actor.

Por eso, cree, "está bien en realidad que hibernemos" y que "desaparezcamos" en los meses de más calor".

Pero eso no es excusa, indica, para que los sevillanos, huyendo del calor, colapsen otras zonas de España. "Si vais a playas de Huelva o Cádiz tratarla con respeto, sabiendo que en ese caso somos nosotros los extranjeros".