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La Feria de Sevilla es un evento que congrega a sevillanos y a visitantes. Nadie quiere perderse una de las semanas más grandes de la ciudad. Sin embargo, ni todos los sevillanos ni, por supuesto, los foráneos, tienen caseta, por lo que comer en la Feria les resultará no solo caro, sino también imposible.

La calle Virgen de Luján, una de las perpendiculares a la calle Asunción -que desemboca en la misma portada-, está repleta de establecimientos de restauración de todo tipo. Desde sitios para tapear y tomar una cerveza hasta lugares de cubiertos y mantel para disfrutar de la comida de un buen restaurante.

Todo ello, sin la incertidumbre de poder entrar en una caseta de la Feria y los agobios de tener que esperar una eternidad en la barra levantando el dedo para llamar la atención de los camareros. Porque la Feria, por más que sea una festividad querida y esperada, es, en el ámbito gastronómico, un verdadero caos.

Por ello, una de las mejores opciones es comer fuera del recinto ferial. Es una opción válida tanto para el lunes del pescaíto como para cualquiera de las demás jornadas feriantas.

Una vez comidos, es más fácil acceder al Real y, en el caso de no tener caseta privada o a algún conocido que la tenga, entrar en cualquier pública y poder beber rebujito sin remordimientos.

Para tapear

Casa Luján es uno de un local ideal si lo que se quiere es comer de montaditos y tapas. Ubicado en el número 23 de la calle Virgen de Luján, es una de las mejores opciones para comer antes de llegar al Real, ya que, a pie, la portada se encuentra a 8 minutos.

Con una terraza amplia y un espacio cómodo en el interior, es un sitio perfecto para ir, además, en grupo. Su carta es muy variada y extensa, y tiene desde los clásicos molletes a modo de montaditos hasta todo tipo de tapas tradicionales: patatas bravas, berenjenas fritas, solomillo al whisky.

Cervecería Los Remedios es otra de las mejores opciones para tomar unas cañas y emprender el camino al Real. Ubicado en el número 17 de la misma Virgen de Luján, esta es una de las cervecerías más famosas y demandadas del barrio.

Tiene opción tanto de estar sentado en la terraza como en el interior, y su carta tiene tapas tan famosas como pavías de merluza o de bacalao, así como montaditos de pringá, carne mechá o los clásicos piripis.

Sentados a la mesa

En la misma calle Asunción, es decir, mirando a lo lejos con deseo la portada, también es posible encontrar lugares más que apetecibles para llenar el estómago antes de empezar con los bailes por sevillanas.

Uno de estos lugares es Sal y Tomate, un establecimiento que tiene tanto la opción de bar como de restaurante. Entre sus opciones culinarias hay de todo, desde salmorejo cordobés con mojama o tomate con melva y vinagreta de Ras al Hanout hasta pargo con pesto de pistacho y salvia o pulpo glaseado con humus de berenjena y arroz suflado.

También disponen en su carta de un apartado para abacería, por lo que los pequeños y deliciosos bocados del sur de España también están garantizados para quienes apuesten por este local.

Finalmente, una de las opciones por las que más sevillanos optan es por empezar la jornada de Feria por el Restaurante Amanecer. Se trata de uno de los tex-mex más famosos de Sevilla. Todo su catálogo es comida mexicana y, para aquellos que odian el picante, no tienen de qué preocuparse, ya que la comida se elige con picante al gusto.

Eso sí, es completamente desaconsejable empezar con un margarita -que lleva tequila- y continuar con rebujito -con manzanilla-. Puede ser el cóctel molotov que haga a cualquiera irse de la Feria antes de tiempo.