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El Betis trabaja de la mano de las instituciones en el traslado a La Cartuja, que será una realidad al inicio de la temporada 2025-2026. Evitar el colapso que se suele producir en los accesos es uno de los objetivos principales y para ello trabaja en varias alternativas de transporte.

Es un problema que reconocen desde el club y que no va a tener una solución única. Se trabaja para que haya lanzaderas de autobuses, refuerzo de Cercanías, 5.000 aparcamientos y eventos que escalonen la llegada y la salida.

En un primer lugar, la entidad verdiblanca espera que esté lista para el mes de agosto la primera reorganización de los accesos por carretera. De ello se encargará el Ayuntamiento, que construirá nuevos viales en la salida del estadio hacia el Parque Tecnológico La Cartuja. Por otro lado, habrá un nuevo acceso sur que unirá dos rotondas con salida al Alamillo y a la Avenida Carlos III.

Es una de las soluciones que ha estudiado el club. Se estima que el 23,2 por ciento de los abonados de fuera de Sevilla llegan por la A-49. Por su parte, el 18,1 por ciento utiliza la AP-4 y el 14,17 por ciento, la A-92. A su vez, un 11,56 por ciento llega por la SE-30 Oeste y un 8,2 por ciento por la SE-30 norte.

Para ello, habrá disponibles 5.000 plazas de aparcamiento, aunque puede haber más. En función del resultado de los primeros partidos, se negocia con la Junta para que se pueda disponer de algunas de las plazas que hay en el Parque Tecnológico La Cartuja. En su mayor parte quedan cerradas los fines de semana. También habrá 100 plazas para autobuses.

Pruebas hasta agosto

En los eventos programados en La Cartuja hasta agosto, tales como el concierto de Manuel Carrasco, se harán las primeras pruebas de esta bolsa de aparcamiento.

No es la única solución. El Betis trabaja bajo la filosofía de "trocear el problema". Entienden que no va a existir una única alternativa para sus abonados, ya que la gran reurbanización de los accesos en La Cartuja estará lista para el Mundial 2030.

Por un lado, el club ha estudiado la procedencia de todos sus abonados y prevé comunicarle de manera individualizada y gráfica todas las alternativas de las que dispone para llegar a La Cartuja, con una estimación de tiempo.

Una de las posibilidades que maneja el club es habilitar diferentes puntos de encuentro con la idea de que el público pueda venir con anticipación. De esta manera, la llegada sería más escalonada.

De forma paralela, otra de las vías que se estudian es que el Betis Deportivo pueda jugar a continuación. Así, dicen, más gente se quedaría en las instalaciones y la salida sería menos masiva. También se diseñarán eventos antes y después del partido con este mismo fin.

Llegada por el río

Igualmente, la entidad verdiblanca trabaja en experiencias premium para que parte del público pueda llegar por el río y desembarcar en el CAR de La Cartuja.

En cualquier caso, desde el club explican que la alternativa que más beneficios va a reportar es la de fomentar el transporte público. Se estima que 11.000 abonados tienen una parada cercana. Las líneas 2 y las circulares C1 y C2 son las que dan servicio a la Cartuja.

Además del incremento de plazas, se analizarán posibles lanzaderas desde el Prado y desde las paradas de Metro que hay en República Argentina y Blas Infante.

Cercanías

Por otro lado, el Betis ya ha acordado con la subdelegación del Gobierno en Sevilla el refuerzo del servicio de Cercanías que hay en La Cartuja. Unirá la zona con Santa Justa y desde ahí se aumentarán las conexiones hacia los pueblos y barrios como Sevilla Este.

El estudio del club refleja que hay 18.546 abonados con una parada de tren cercana. Es algo que se quiere explotar. En torno a un 16,36 por ciento procede de la zona de Sevilla Este. Por su parte, otro 16,12 por ciento viene de Dos Hermanas. La idea es que el servicio sea gratuito a través del uso de la tarjeta Renfe de Cercanías.

Fuentes del Betis indican que la final de la Copa del Rey no es el ejemplo de cómo será el traslado a La Cartuja para los béticos. Según explican, en dicho evento "hay unas limitaciones de seguridad que no se van a tener en los días de partido".

Según señalan desde el club, la mudanza no va a suponer más dificultades para los béticos de las que ya existen en el Benito Villamarín, donde, por ejemplo, no hay tantas plazas de aparcamientos disponibles.

Es una cuestión de trasladar los hábitos hacia una zona en desuso a la que pueden llegar hasta 70.000 aficionados cada dos fines de semana. El Betis cerrará el cupo de abonados en los 55.000, algo más de 4.000 respecto a los que ya dispone. Por su parte, quedarán unas 13.000 localidades libres para cada jornada.