Sevilla

La Feria de Sevilla de 2024 está siendo la de los récords. El lunes se repitió el aumento de visitantes y, a tenor de lo observado por el Real, no parece que el martes vaya a ser menos. Para colmo, esta edición también puede superar números en cuanto a impacto económico y llegar a los 1.000 millones.

Así lo estimó este martes Juanma Moreno, uno de los invitados ilustres de la jornada más calurosa de la Feria, según la AEMET. Hasta 33 grados se alcanzaron a las 13:00. A esa hora y durante la parte central de la tarde el recinto estuvo a medio gas. 

Todo cambió por la noche, cuando las masas volvieron a pisar el albero en el preludio de su festivo más íntimo. No se repitieron las aglomeraciones del fin de semana al solo ser de descanso local, pero las bullas volvieron a ser una constante.

[Las "riñas" y los "hurtos" caen en la Feria de Sevilla de 2024 tras la ampliación de la iluminación hasta las cinco]

En declaraciones para los medios, el presidente de la Junta de Andalucía aseguró que “cada hora se mueven en la Feria seis millones de euros y 1.700 al segundo”, unos números que ponen de manifiesto el valor de la fiesta para la economía sevillana y andaluza.

Juanma Moreno asistió a la recepción de la caseta de CCOO Andalucía, donde tuvo la ocasión de saludar a su principal opositor Juan Espadas. Concedió a una entrevista a Onda Cero, donde prefirió no mojarse sobre el formato de Feria. 

También pasó por la recepción de UGT y estuvo junto a Carlos Herrera en la caseta de la COPE antes de posar con la plana mayor del PP sevillano en su caseta de la calle Pascual Márquez.

Juanma Moreno saluda a Carlos Herrera. EP Sevilla

El presidente de la Junta de Andalucía se recorrió el Real en las horas donde el sol golpeaba con más fuerza, justo cuando la mayoría de sevillanos descansaban. El cansancio ya se empezó a notar en la tercera jornada completa de la Feria, pero no lo suficiente para quedarse en casa.

Recepciones y premios

Ya por encima de las 14:00 se sucedieron más recepciones, como las de Endesa o la de la Fundación Cajasol, que ofreció un almuerzo institucional con políticos y representantes empresariales, sociales, deportivos y culturales. Entre otros, se dejó ver por allí la consejera de Agricultura, Carmen Crespo.

Sin duda, uno de los actos más señalados del martes de Feria fue la tradicional entrega de los Claveles de la Prensa en la caseta de la Asociación de la Prensa de Sevilla. Este año los premiados fueron el coreógrafo Rubén Olmo, la cantaora Lole Montoya y la asociación para la superación del cáncer en equipo Las Dragonas.

Lole Montoya tras recibir el Clavel de la Prensa. EP Sevilla

Más allá de estas figuras, el gran protagonista de la jornada fue el calor. 33 grados eran muchos, pero no bastaron para tumbar a los sevillanos. No pocos apostaron por el almuerzo en el Real en las horas en las que se puede disfrutar con más tranquilidad.

Para quienes eligen marcharse a la playa a partir del miércoles pueden ser los últimos días, por lo que conviene exprimirlos al máximo. Ni las altas temperaturas ni el cansancio tuvieron la suficiente fuerza para impedirlo. En este contexto, las casetas con microclima y algún ventilador estratégico fueron el cobijo más preciado.

El cambio de la noche

Con la puesta de sol, a eso de las 21:00, las masas volvieron al Real, pero sin generar las enormes aglomeraciones del fin de semana, al solo ser festivo local el miércoles. Fue una jornada de mucha diversión nocturna, parecida a la del sábado del ‘pescaíto’

Muchos aguardaban con fuerza la jornada del martes para aterrizar en el recinto ferial tras dos días de ocupaciones laborales.

De hecho, algunos salieron directamente desde el trabajo a Los Remedios, junto a sus compañeros, para establecer reuniones que se alargaron hasta la madrugada, con alguna que otra baja, como suele suceder en la Feria, donde es difícil hipotecarse a un grupo fijo.

Caballistas en el Real de la Feria. EP Sevilla

Seguridad

En definitiva, fue una jornada de plena normalidad en una Feria de Sevilla donde los dispositivos de seguridad han constatado un menor número de incidencias por el aumento de la iluminación hasta las cinco de la mañana. 

Este miércoles festivo llega a su ecuador y para el jueves se espera una pequeña bajada de las temperaturas, un esperado respiro para los feriantes que no conciben ninguna de sus jornadas sin pisar el albero.