Sevilla

Una gran cantidad de modelos anatómicos están en desuso, ya que para el estudio de esta materia ya están disponibles otro tipo de archivos científicos.

Sin embargo, estas tallas tienen un valor artístico por sí mismo y la Universidad de Sevilla pretende que sean expuestas muchos años después de su concepción.

Por ello, un grupo de alumnos de cuarto curso del Grado de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Facultad de Bellas Artes ha trabajado en la restauración de 23 modelos anatómicos que pertenecen al departamento de Anatomía y Embriología de la Facultad de Medicina.

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La actividad se ha llevado a cabo en el marco de las prácticas programadas por el profesor Fernando Poyatos Jiménez, quien ha reconocido en declaraciones para EL ESPAÑOL que no es un ejercicio usual, pero que supone un “aprendizaje completo” para los alumnos.

Fuera del contexto artístico

Asimismo, la intervención ha contado con la tutela de la profesora Amparo Carmona Bono, quien forma parte del departamento de Anatomía y Embriología, al que pertenecen estas tallas, por lo que ha sido un proyecto transversal.

Según ha contado Poyatos, la Universidad de Sevilla cuenta con más de 500 modelos anatómicos de distintos materiales y calidad, los cuales se encontraban “deteriorados”, ya que “no se han conservado como si fueran obras de arte”.

Se trata de un “patrimonio de gran carácter científico, pero que no ha estado dentro de un contexto artístico”, algo de lo que se quiere dotar a estas obras que en su mayoría han sido creadas en torno a la mitad del siglo XX.

En concreto, Poyatos destaca uno de estos modelos, de bastante calidad, que data del siglo XIX y cuyo origen es francés, elaborado en papel maché. El resto están elaborados en madera policromada, terracota y yeso, entre otros materiales.

Pese a su alto valor artístico, algunos de los mismos fueron realizados por los alumnos de la época, mientras que otros tienen un origen industrial. Por su parte, varios de estos modelos fueron encargados por el profesor José María Cañada al escultor Antonio Pérez.

Como curiosidad, cabe destacar que muchas de estas figuras permitían incluso ser desmontadas para acceder con precisión a zonas concretras del cuerpo humano.

Planes de exposición

Por el momento, estos alumnos de Bellas Artes han comenzado con estos 23 modelos, que presentaban numerosas alteraciones, “roturas, craquelados y pérdidas de volumen” entre ellas, pero la tarea es más ambiciosa.

Y es que según ha explicado Fernando Poyatos se pretende seguir adelante para restaurar los más de 500 modelos de los que dispone la Facultad de Medicina y presentarlos en una exposición.

El objetivo no es otro que dar buena cuenta de los portentosos “vestigios de la docencia” que hay en la Universidad de Sevilla.