Sevilla

En la misma semana en que Sevilla acude a la feria del turismo Fitur a 'vender' las bondades de la ciudad a los visitantes, se superan los 20 grados en sus calles. El calor casi primaveral llega a los 22 grados, algo inusual para enero. 

No son dos elementos separados. El calentamiento global, señala un estudio del Joint Research Center (JRC), organismo de investigación de la Comisión Europea con sede en Sevilla, advierte de que "las zonas más al sur de Europa muestran signos inequívocos de tener peores condiciones para el turismo durante el verano".

El calor puede ser el verdugo del turismo en Sevilla. Porque, sigue el análisis del JRC, "el decremento de turismo puede ser sustancial en algunas áreas, haciendo que sean, en potencia, inapropiadas para el turismo".

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¿Cómo conviven los visitantes y Sevilla cuando las temperaturas en julio superan los 40 grados o se suceden las olas de calor? ¿Puede el sector hacer frente a más calor y más episodios extremos en el futuro por el cambio climático?

Expertos de la Comisión Europea

La solución puede ser, apuntan los expertos del JRC, cambiar las épocas de temporada alta. Eso funciona en términos de organización pero no tanto en hacer compatible los viajes de los turistas con su calendario laboral, que suele darles descanso en verano, justo cuando el sol más aprieta en Sevilla.

En todo caso, señala el informe del JRC, la tendencia será que el turismo cree dos nuevas temporadas altas a la hora de visitar Sevilla: al inicio de la primavera y muy al final del otoño, esquivando así mayo, junio, julio, agosto, septiembre y hasta octubre incluso.  

El JRC no es la única institución que ha estudiado esta cuestión. También CaixaBank Research ha entrado en el asunto con un enfoque más concreto aún: ¿Cómo afecta el calor extremo y el cambio climático al gasto por visitante a la ciudad?

Menos gasto

Según el informe del organismo científico, "existe una correlación negativa entre el crecimiento del gasto turístico y la temperatura media en verano de 2023". Es decir, "el gasto turístico ha crecido más en los municipios menos cálidos de España".

Malas noticias para Sevilla, que está justo en el grupo opuesto: en los municipios con más calor de España. 

Turistas en el Centro de Sevilla E.P./ M. J. López Sevilla

Así, "el gasto turístico creció cerca del 45 por ciento en los municipios que registraron temperaturas medias más bajas (por debajo de 17 grados)". En cambio, "el gasto turístico creció en torno del 25 al 35 por ciento en los municipios con temperaturas medias más elevadas (por encima de 23 grados)".

Eso es, a tenor de este estudio, lo que puede esperar Sevilla si el cambio climático se mantiene: una reducción del gasto por turista de hasta el 35 por ciento. 

La cuestión no es baladí. Como señaló este miércoles el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, al turismo es el motor económico de la ciudad. La industria, que ha crecido mucho desde la pandemia, es la que aporta más porcentaje de PIB y empleo a la localidad. 

Menos dinero con más calor

Más malas noticias: el estudio de CaixaBank Research señala que el mayor aumento de gasto por el aumento de calor con el cambio climático no estará en las ciudades sino en las costas. 

"Entre el verano de 2019 y el verano de 2023, el gasto turístico creció cerca de un 4 por ciento en los municipios costeros con temperaturas medias inferiores a 21 grados". El aumento de gasto fue mucho más bajo en las costas más calidad. Es decir, los turistas gastan más en las playas del País Vasco o Galicia que en las de Andalucía o Murcia. 

Si los turistas gastan más en la costa -y más aún cuando no hace calor en ella-, ¿qué puede hacer Sevilla, que es una ciudad? El estudio apunta a varias claves.

Sector "preparado" 

Porque estos datos "señalan la necesidad de que el sector esté preparado e invierta en adaptarse a temperaturas más tórridas y volátiles". "Los centros urbanos suelen ofrecer opciones interiores como museos, tiendas y restaurantes, que siguen siendo atractivos independientemente de la temperatura".

Una buena inversión en que los centros de ocio de Sevilla cuenten con aire acondicionado parece clave. En las ciudades que se preparan así, señalan los expertos, "tienen una mejor infraestructura para lidiar con olas de calor". Y se llevan a los turistas.

Con Sevilla -y el resto del planeta- anotando máximas históricas verano a verano, la situación preocupa. Más aún cuando se ve que"para un mismo municipio, cada grado de desviación de la temperatura diaria media en julio y agosto de 2022 y 2023 respecto a la temperatura diaria media histórica está asociado con una bajada del 0,27 por ciento del gasto turístico entre las 12 y las 17 horas".

La lógica es sencilla: a más calor a mediodía, menos gasto. Pero eso también aplica al resto de las horas del día, señalan los expertos de CaixaBank Research. 

Posibles soluciones

Solventar el cambio climático escapa de la capacidad de Sevilla por sí misma. Pero la ciudad sí que puede tomar medidas para ayudar a que el turismo no se acabe por culpa del calor. 

Del informe de CaixaBank Research se depende que "es crucial que el sector turístico innove e invierta en estrategias de adaptación". Esto incluye "desarrollar infraestructuras resistentes al clima, repensar las experiencias turísticas para adaptarse a las preferencias cambiantes de los turistas y asegurar la comodidad de los turistas en un amplio abanico de temperaturas".

Además, Sevilla deberá promover "prácticas sostenibles que ayuden a reducir la contribución del sector turístico al calentamiento global".

Además, los destinos urbanos, "a pesar de su resiliencia, no deben ser complacientes", señalan los expertos. Deben "mejorar los espacios verdes urbanos, ofrecer más actividades culturales nocturnas y asegurar que los turistas estén bien informados sobre las opciones disponibles durante los periodos más cálidos pueden mejorar la experiencia general".

En esa línea trabaja el Ayuntamiento de Sevilla. Porque su última campaña en Fitur 'vende' la ciudad en verano, justo cuando los expertos creen que se irá haciendo más complicado atraer turistas. 

Pero el festival Icónica, que se celebra en verano, las terrazas, los parques... El equipo de José Luis Sanz cree que la ciudad puede atraer a mucho turista aunque los termómetros marquen más de 40 grados.