Dahmer - Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer es la primera sorpresa del otoño seriéfilo. La adaptación de la truculenta historia basada en hechos reales ha arrasado en Netflix a pesar su prácticamente inexistente campaña promocional. La plataforma ni siquiera anunció la fecha de estrena de la nueva producción de Ryan Murphy hasta cinco días antes de que aterrizara en el servicio de streaming el 21 de septiembre.

Evan Peters (un habitual de American Horror Story que ganó el Emmy por Mare of Easttown) interpreta a uno de los asesinos en serie más famosos de la historia en una miniserie de diez capítulos que abarca treinta años en la vida del psicópata, desde su infancia en los años sesenta hasta los noventa, cuando fue arrestado. Dahmer acabaría siendo acusado de matar y descuartizar a 17 hombres y niños entre 1978 y 1991, muchos de ellos personas de color y algunos incluso menores de edad. El asesino murió en 1994 en la cárcel a manos de otro preso. Solo había cumplido dos años de su condena.

Dahmer ha acumulado 196,2 millones de horas vistas durante sus primeros días en Netflix, superando los datos de ¿Quién es Anna?, la última miniserie-evento de la compañía. Desde que ésta cambiara las métricas de audiencias en hace más de un año, las únicas series anglosajonas que han superado los registros del thriller psicológico han sido la cuarta temporada de Stranger Things y la segunda entrega de Los Bridgerton. Ambas se estrenaron con mucha más fanfarria y publicidad que la ficción creada por Ian Brennan y Ryan Murphy.

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Es difícil de explicar cómo Dahmer se ha convertido en un éxito semejante una serie que la propia Netflix parecía haber relegado al montón de estrenos que llegan sin publicidad cada semana a su catálogo (el 23 de septiembre se estrenó la película Atenea, vista en la Sección Oficial del último Festival de Venecia y aclamada por una de las escenas de apertura más impactantes del cine reciente). 

Como pasó en el caso de El juego del calamar La casa de papel, la producción de Ryan Murphy se ha beneficiado de tener una imagen promocional poderosa (en el caso del thriller psicológico la terrorífica imagen en primer plano de Evan Peters en tonos ocres) y, sobre todo, la incesante presencia de la serie en la portada de Netflix cada vez que abrías la aplicación. No han hecho falta tuits virales ni lonas en los centros de las ciudades para que la gente comentara la ficción sin parar durante su fin de semana de estreno.

Es tentador atribuir el éxito de Dahmer a la obsesión social por el género del true crime y los asesinos en serie, pero hasta ahora ninguno de los documentales o ficcionalizaciones de este tipo de sucesos habían alcanzado un éxito similar en Netflix. En 2019 Zac Efron interpretó a otro asesino mítico, Ted Bundy, en Extremadamente cruel, malvado y perverso y la película pasó desapercibida en la misma plataforma. Pasó lo mismo con Mindhunter, una serie que venía avalada por el apoyo de la crítica y la dirección de David Fincher que apenas despertó el interés del público a pesar de narrar las primeras investigaciones del FBI sobre asesinos en serie. Aunque no lo parezca, el éxito de Dahmer no tiene precedentes.

Un éxito incontestable e inesperado

Los datos de Dahmer también se quedan por detrás también de dos fenómenos internacionales inesperados como El juego del calamar Estamos muertos, pero son unos datos extraordinarios que parecen justificar, por fin, el millonario acuerdo entre Ryan Murphy y Netflix (el ejecutivo firmó en 2018 un acuerdo de cinco años para el desarrollo de proyectos valorado en 300 millones de dólares).

Aunque las anteriores series del creador de Glee para la plataforma (The Politician, Hollywood, Ratched y Halston) son anteriores al nuevo sistema de audiencias del servicio de streaming, ninguna de ellas generó audiencia, comentarios o premios suficientes para justificar las salvajes cifras que Netflix pagaba a Murphy sin ni siquiera recibir exclusividad por parte del guionista, director y productor. Con estos datos de audiencia y la trayectoria de éste en el género de la antología, es cuestión de tiempo que anuncie una nueva reconstrucción de la historia de un famoso asesino en serie. Esto es Hollywood.