Los Premios Platino celebran y premian a un cine que tiene en común mucho más que una lengua. Unos galardones que quieren servir como puente entre industrias, entre producciones de distintos países que forman parte de una misma cultura. Por eso, el premio a El olvido que seremos, la película dirigida por Fernando Trueba, es el mejor ejemplo posible de aquello a lo que aspiran los Platino.

La película, que adapta la novela de Héctor Abad Faciolince, es una producción colombiana, dirigida por un español y con un actor español poniendo su cuerpo y su voz. Una mezcla de talentos y nacionalidades que ha dado como resultado a la ganadora del premio que la acredita como Mejor filme iberoamericano del año. 

A niveles de tanteo, el premio gordo de la noche fue para Colombia, productora del filme, pero a niveles sentimentales mucha parte del triunfo vino para España. Fernando Trueba ganó el premio al Mejor director, su hermano David, el de mejor guion por adaptar una novela dificilísima de trasladar a imágenes, y Javier Cámara, mejor actor por dar vida al padre del autor de la novela, el médico Héctor Abad, defensor de la sanidad pública y asesinado por los paramilitares. Además, se llevó el de Mejor dirección artística.

Icíar Bollaín y Candela Peña en el rodaje de La boda de Rosa.

El cine español acabó con un buen botín, ya que también Candela Peña se llevó el de Mejor actriz por su conmovedor y vitalista papel en La boda de Rosa, el filme de Icíar Bollaín que nos animó durante la pandemia. Su compañera, Nathalie Poza se llevó el de mejor interpretación de reparto por la misma película. Por su parte, el de Mejor interpretación masculina de reparto fue para Alfredo Castro, uno de los mejores actores iberoamericanos gracias a El príncipe. Por si fuera poco, Las niñas fue elegida mejor ópera prima del año, Akelarre se llevó el de Mejor banda sonora y La gallina turuleca el de Mejor película de animación.

Entre las curiosidades de la noche, la presencia de Isabel Díaz Ayuso, recién llegada de la convención del PP en Valencia y que acudió a una ceremonia donde Maite Alberdi dedicó uno de los dos premios de El agente topo a las instituciones para que dejen de tener en el olvido a las residencias de ancianos, tema de su emotivo filme El agente topo, que estuvo nominado al Oscar y por el que aquí ganó el Platino al Mejor documental y el premio al cine en valores. La otra favorita de la noche, La llorona, se tuvo que conformar con tres premios técnicos, Montaje, fotografía y Sonido.

Las narrativas dominantes globales terminan determinando nuestros sueños y anhelos. Que no pase. Nos toca a todes, contar nuestros cuentos. Nadie mejor que nosotres para hablar de nuestro contexto

El mejor discurso de la noche lo dio Diego Luna, el actor mexicano al que conocimos con Y tu mamá también y que recibía el premio honorífico. Con lenguaje inclusivo mención cómo “la pandemia nos trajo la certeza de una responsabilidad inminente. No podemos volver a lo mismo. Sería una pena regresar donde estábamos y no aprovechar la oportunidad que estos momentos tan complejos nos traen. Sería casi un suicidio colectivo. Nos toca replanteárnoslo todo. Nuestra relación con esta Tierra que hemos destruido en nombre del progreso y del desarrollo, nos toca vivir con mayor empatía y curiosidad por las otras y los otros", 

"Somos parte de una comunidad que debe poner el ejemplo, una comunidad con todo el potencial si nos sabemos actuar en conjunto. Tenemos que lograr que las distancias entre nuestras industrias se acorten, entender que el alcance de nuestras historias no se limita a nuestras fronteras. No basta con sentarnos una vez al año y festejar nuestros proyectos. Hay que pensar en bloque, por saber que la colaboración entre todes solo nos fortalece. Las narrativas dominantes globales terminan determinando nuestros sueños y anhelos. Que no pase. Nos toca a todos, a todas, a todes, contar nuestros cuentos. Nadie mejor que nosotres para hablar de nuestro contexto. Adueñémonos de esa narrativa y, por favor, no emulemos lo que otras industrias y otros mercados han hecho. Inventemos la nuestra, confiemos en nuestro talento, en nuestra creatividad y el poder de lo específico", dijo el mexicano en un discurso que resumió de forma perfecta el espíritu de estos premios.

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