En un año como el que acabamos de cerrar, intentar predecir algo es casi un suicidio. También los premios de cine. Mientras que otros años todo parecía claro, este curso, en el que muchas películas se han estrenado en pocas salas o en plataformas, habrá que ver por dónde van los tiros. Los Goya se antojan especialmente impredecibles.

Mientras que dos películas parecen claras en todas las quinielas -La boda de Rosa y Las niñas-, el resto de huecos no parecen tener dueño. Los académicos tendrán que decidir si apuestan por nombres consagrados como los de Javier Fesser y Cesc Gay o por cineastas más autorales y en los márgenes como Luis López Carrasco. Estas son las favoritas por cada categoría.

Mejor película

La boda de Rosa

La película de Icíar Bollaín tiene todas las papeletas para ser la que acumule más nominaciones y es una de las grandes favoritas para llevarse el premio más importante, el de Mejor película. Se espera, además, que esté nominada como mejor dirección, guion original y arrase también en categorías técnicas como banda sonora, canción o fotografía. Un cuento feminista del que el espectador sale lleno de energía y con un reparto que puede arrasar en las categorías de interpretación -Sergi López y Nathalie Poza estarán como secundarios y Paula Usero es favorita como Actriz revelación-. El filme de Icíar Bollaín estaría nominado en un año normal, pero en un curso como este es un bombón que los académicos no van a poder pasar por alto.

Icíar Bollaín y Candela Peña en el rodaje de La boda de Rosa.

Las niñas

La otra favorita de esta edición. Desde hace años el premio a la Mejor dirección novel es para las mujeres. Van tres años consecutivos y con toda seguridad este será el cuarto. La que se unirá a la lista es Pilar Palomero, que ha convencido a la crítica con Las niñas, su excelente debut sobre la educación (también la sexual) en el año 92 en una España que se vendía moderna y que arrastraba todavía la herencia del franquismo. Sutil, emocionante y con una Natalia de Molina que seguro estará nominada como secundaria. Es una pena que su protagonista, la jovencísima Andrea Fandós no pueda ser candidata como Actriz revelación por su edad y las normas de la Academia. Las niñas será otra de las más nominadas.

Sentimental

Cesc Gay es otro de los directores predilectos de la Academia. Ganó por Truman, y ahora ha vuelto con la adaptación de su obra de teatro Los vecinos de arriba. Sus cuatro protagonistas podrían hacer pleno interpretativo, y pocos no confían en que la película y Cesc Gay como director y guionista estén nominados. Además, tuvo la valentía de estrenar en salas en plena segunda ola, algo que seguro los académicos valoran a la hora de emitir sus votos.

El año del descubrimiento

La apuesta más arriesgada, pero la película de Luis López Carrasco debe estar entre las finalistas a Mejor película y hacer historia siendo la primera obra de no ficción que lo consigue. La crítica ha sido contundente y se ha convertido en un pequeño fenómeno de público entre el sector más cinéfilo. Sería la confirmación de López Carrasco, que debería optar también a Mejor dirección y guion. Los Goya llevan dos años demostrando que saben reconocer el cine más autoral -el año pasado con Lo que arde y el anterior con Entre dos aguas- y esta vez no deberían fallar.

Luis López Carrasco, autor de El año del descubrimiento.

Nieva en Benidorm o No matarás

El quinto puesto es una lotería. Podría ser para Isabel Coixet o para David Victori. La primera no ha tenido a la crítica de forma tan unánime como otras veces, pero tampoco la tuvo con Nadie quiere la noche y arrasó en las nominaciones. La Academia la quiere, tiene personalidad y si la nominan se haría historia, ya que por primera vez habría tres películas dirigidas por mujeres nominadas. La otra opción que suena más es No matarás, que ha tenido un resurgir importante en los últimos meses y que puede ir de la mano de la primera nominación de Mario Casas como Mejor actor.

Otras opciones: Adú, Akelarre, Historias Lamentables y Los europeos.

Mejor actriz

Candela Peña, por La boda de Rosa

Candela es una de las actrices más queridas de nuestro cine, tiene ya tres premios Goya, está en un momento estupendo y, lo más importante, está maravillosa en La boda de Rosa. La nominación la tiene asegurada y para la victoria tendrá que sufrir un poco más. Su trabajo ofrece otro registro en su carrera, más contenido y calmado, y eso se valorará. Está en la película favorita y que todos tienen en mente y nadie duda que estará entre las finalistas.

Patricia López Arnáiz, por Ane

Ane es una de las sorpresas del año, un debut estupendo que debería estar entre las películas nominadas y que descansa sobre los hombros de una actriz portentosa que ya había destacado en series como La peste, pero que aquí hace un trabajo descomunal. Patricia López Arnáiz es la alternativa a Candela Peña con un trabajo lleno de energía, fuerza, orgullo de clase y en euskera. Nadie escupe los diálogos como ella este año.

Patricia López Arnáiz en Ane.

Kiti Mánver, por El inconveniente

Una actriz mítica que seguro estará nominada es Kiti Mánver. Sólo lo ha estado una vez, pero le valió para llevarse el premio a la Mejor actriz secundaria por Todo por la pasta. En esta ocasión optará como protagonista por un papel por el que ya ganó en el Festival de Málaga y que es un regalo para enamorar a los académicos.

Macarena García, por El arte de volver

Si hubiera justicia la cuarta plaza sería para Macarena García, que ofrece su mejor interpretación. Un paso adelante en la pequeña película de Pedro Collantes que se pudo ver en el pasado Festival de Venecia. Es una pena que pueda pasar desapercibida para los académicos, pero García debería optar a un premio que ya ganó como revelación por Blancanieves.

Otras opciones: Penélope Cruz, por La red avispa; Amaia Aberasturi, por Akelarre; Laura Gómez-Lacueva, por Historias lamentables; Adriana Ozores, por Invisibles.

Mejor actor

Javier Cámara, por Sentimental

Qué momento tan dulce vive Javier Cámara, uno de los actores más versátiles y completos de nuestro cine actual. Su trabajo en la serie Vota Juan es tan brillante como el que realiza en la comedia de Cesc Gay por la que optará a un premio que ha ganado en dos ocasiones, una de ellas en otro trabajo del director, Truman. Y ojo a su próximo papel en El olvido que seremos, de Fernando Trueba. Nadie duda de esta nominación.

La cartelera: 'Sentimental', 'Las brujas' y todas las películas que llegan a los cines esta semana J.Z.

Raúl Arévalo, por Los europeos

La película de Víctor García León tiene sus mejores opciones en las dos enormes interpretaciones de sus actores. Arévalo opta como protagonista y Juan Diego Botto es el favorito como secundario. Los dos merecen la candidatura por este par de cuñados que visitan Ibiza en pleno franquismo buscando una libertad que luego no tenían. El viaje de Arévalo hasta convertirse en burguesito franquista es brillante. Su mirada es su mejor baza y tiene uno de los planos finales más duros y perfectos del cine del año pasado.

Mario Casas, por No matarás

Este debería ser el año en el que acabara la maldición de Mario Casas, olvidado por la Academia siempre. Nunca ha sido nominado, ni siquiera cuando ha sacado su increíble vis cómica con Álex de la Iglesia. Este ha sido su año, y puede que los tres papeles que tiene sean su peor enemigo, porque los votos pueden dividirse, aunque parece que será por No matarás por la que logre una merecida primera candidatura.

David Verdaguer, por Uno para todos

Verdaguer ya tiene un Goya por Verano 1993, y puede optar al premio, aunque el reconocimiento sería lograr esta quinta candidatura que está bastante reñida. Su papel de maestro en Uno para todos es de los que roba el corazón. Un filme que merecía más atención y cuya mejor baza en estos galardones es el trabajo de su protagonista.

Otras opciones: Antonio de la Torre, por El plan; Chani Martín, por Historias lamentables; Javier Gutiérrez, por Hogar; Álex Brendemühl por Akelarre.

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