1. Porque lo que ha fracasado no es la idea de Ciudadanos, sino su aplicación en la práctica

2. Porque si el socialismo lleva viviendo cien años de esa lamentable excusa, incluso después de la caída del muro de Berlín, bien podemos esperar nosotros unos pocos meses más hasta que Ciudadanos dé con la tecla. 

3. Porque no me gustan los adolescentes, aún menos los niños, y mucho menos los partidos sin cocer y a medio camino de ambos. Es decir, los partidos populistas. 

4. Porque no sabemos qué mundo encontraremos tras la pandemia y conviene situarse en el centro del escenario para tener margen de movimiento tanto hacia la derecha como hacia la izquierda. 

5. Porque los puristas de los extremos sólo tendrán la opción de quedarse donde están para no traicionar los dogmas de la religión ideológica de su elección. Deberían rezar para que el meteorito no caiga, precisamente, en su esquina.

6. Porque el eje derecha-izquierda ha muerto –a pesar de lo explicado en el punto 4– y sólo la izquierda finge ya que la momia sigue viva.

7. Porque la batalla del futuro es entre el liberalismo democrático y ese populismo sentimental y con formas autocráticas de las identidades raciales, nacionales y sexuales que tan bien encarnan el PSOE y Podemos.  

8. Porque el futuro para una España sin centro político no es Venezuela, sino Argentina, que es peor. Al menos en Venezuela tienen claro que el enemigo es el socialismo

9. Y más que Argentina, el peronismo. Esa extraña mezcla de socialismo, fascismo, sindicalismo, nacionalismo, autoritarismo, sentimentalismo y populismo asistencialista.  

10. Porque la teoría del fin del bipartidismo sonaba bien, pero los que han acabado enseñoreándose del escenario han sido los peores partidos de este país: populistas, nacionalistas y cantonalistas.

11. Porque la idea original sigue siendo buena. ¿Un partido capaz de pactar tanto con el PSOE como con el PP para que estos no tengan que apoyarse en radicales? Compro. 

12. Porque cualquier análisis que se haga sobre el futuro de Ciudadanos debe eliminar el factor Pedro Sánchez de la ecuación para no distorsionar su resultado.

13. Porque Sánchez es el elemento tóxico de cualquier estrategia política de largo alcance y su inclusión en la fórmula de la gobernabilidad española sólo hace que esta dé resultados aberrantes. Sánchez debe ser considerado la excepción, no la norma. 

14. Porque la existencia de Ciudadanos –y de cualquier otro partido político– no puede depender de la última jugarreta coyuntural de Pedro Sánchez.

15. Y eso porque, por definición, los movimientos del presidente del Gobierno tienen una esperanza de vida de 24 horas, que es el margen de tiempo extra en la Moncloa que el doctor Sánchez busca ganar con ellos

16. Pero si consideramos a Sánchez como un factor relevante, considerémoslo bien. ¿A qué líder político le interesa menos la existencia de un partido de centro como Ciudadanos? La respuesta es obvia.  

17. Porque los partidos en los extremos han ejercido durante los últimos años un enorme poder gravitatorio sobre sus partidos limítrofes –la CUP sobre ERC y JxCAT, Podemos sobre el PSOE, Bildu sobre el PNV, Vox sobre el PP– y el resultado ha sido la España de 2020. 

18. Y a mí no me gusta la España de 2020. Tampoco me gustaba la de 2010 o la de 2015, pero era mejor que esta. A pesar de Zapatero y de Rajoy.

19. Porque Inés Arrimadas tiene derecho a liderar en paz Ciudadanos. Y a equivocarse, por supuesto, como se han equivocado otros. 

20. Porque me divierte ver a gente que no votará jamás a Ciudadanos explicarle a Inés Arrimadas cómo debe hacer para parecerse más al PSOE, o a Vox, o al PP

21. Porque vivo en Andalucía y lo que han hecho PP y Ciudadanos allí en sólo un año –sepultar los 800 millones de déficit de Susana Díaz y convertirlo en superavit bajando impuestos– demuestra que los regímenes clientelares que el PSOE construye a su alrededor no son una maldición divina eterna, sino un cáncer de la democracia… extraordinariamente débil. Sólo hace falta voluntad política para acabar con ellos. 

22. Porque poner de acuerdo en tu contra a ERC, Bildu, la CUP, JxCAT, PSOE, PNV, Podemos y decenas de partidos cantonalistas más es señal de que algo estás haciendo bien. Aunque sea, simplemente, existir en un país en el que todos ellos piensan que no debería tener derecho a existir nada a la derecha del PSOE

23. Porque he hablado con cientos de políticos durante los últimos años y si por algo apostaría todo mi dinero es por la sinceridad del rechazo no ya político, sino moral, que Arrimadas siente por Pedro Sánchez.

24. Porque la tesis de que Ciudadanos aspira a convertirse en muleta del PSOE a cambio de diez escaños es pura chatarra mental

25. Porque estoy plenamente convencido de que lo que ha ocurrido en la Comunidad de Madrid –la filtración a la prensa socialista del bulo sobre el apartamento de Isabel Díaz Ayuso– no ha sido decisión de Inés Arrimadas sino la iniciativa personal de alguien con nombres y apellidos

26. Porque el liberalismo nunca ha cuajado en España y eso lo convierte en el único verdadero movimiento político de vanguardia que ha existido en este país. Y a mí me pone –política ¡y hasta sexualmente!– llevarle la contraria a todos los mentecatos iliberales de mi nación

27. Porque mis alternativas al liberalismo, en el que también incluyo al PP, son el falangismo sociológico de Podemos, la Nueva Normalidad orwelliana del sanchismo y el fascismo puro y duro del nacionalismo catalán y vasco. Y con esos no voy yo ni a heredar. 

28. Porque la política no te da nunca el 100% de lo que esperas, ni siquiera cuando ganan los tuyos. Y como de Ciudadanos sólo me gusta el 50% de su programa, si se diera el caso de que llegaran a la Moncloa y decidieran incumplirlo por completo, sólo me decepcionarían al 50%. Al menos podría pensar: "¡Menos mal que tampoco van a aplicar el 50% que no me gusta!"

29. Porque estoy hasta las narices de que me chillen en la oreja los hunos y los hotros. Y Ciudadanos ha tenido siempre la delicadeza de no hacerlo.

30. Porque yo juzgo por los resultados. Y Ciudadanos no ha logrado hacer caer a Sánchez. Pero tampoco lo han logrado Vox o el PP. El único que lo ha logrado aquí es ERC, que tiene al presidente comiendo de su mano. No sé si este dato irrefutable le dirá algo a los partidarios de ese "no es no", tan sanchista él.

31. Porque los ingredientes de la España de 2020 son diez millones de ciudadanos que votan a la derecha y diez millones que votan a la izquierda. Y con esos ingredientes hay que cocinar el pastel. ¿Alguna propuesta sensata y factible que no pase por cerrar los ojos frente a la existencia de los otros diez millones? 

32. Porque me río yo de esos que hablan de Pedro Sánchez como si este hubiera aterrizado en Moncloa con paracaídas. No ha aterrizado: le han votado 6.750.000 ciudadanos para hacer exactamente lo que ha hecho. Eso no convierte a este PSOE en bueno y, es cierto, dice muy poco de sus votantes. Pero con esa realidad hay que lidiar. 

32. Porque los españoles llevamos toda la vida quejándonos de las dos Españas y añorando esa tercera que nunca ha triunfado –salvo durante la Transición y hasta la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero– aplastada por los más cabestros de un lado y del otro. Y cuando tenemos frente a nuestras narices la tercera España, nos quejamos porque no se parece lo suficiente a la primera y a la segunda. Pero a ver, ¿estamos tontos o qué nos pasa?