El valor político de Ciudadanos se forjó cuando los españoles nos reconocieron a la vez como valientes y valiosos para enfrentarnos al bipartidismo con dos grandes causas: el combate al nacionalismo y la agenda reformista. El PP buscó confrontar con Podemos y luego el PSOE puso el foco sobre Vox facilitando la emergencia de los extremos que han conseguido polarizar la elección.

El 28-A ofreció una oportunidad de alianza hacia el centro que Sánchez no deseaba pero que Ciudadanos tardó en explicar que habría sido lo más conveniente para España. Así, el resultado el 10-N fue que muchos votantes nos abandonaron porque quizá aún nos creían valientes pero nos dejaron de ver como una alternativa valiosa para lograr cambios.

Nos encontramos hoy con una representación parlamentaria menguada pero con grupo propio en el Congreso y gobernando (aunque como socio menor del Partido Popular) para 20 millones de españoles en comunidades autónomas y ayuntamientos desde donde recuperar la atención y la confianza de los españoles. Esta Asamblea de Ciudadanos es una oportunidad magnífica para renovar ideas e impulsar a las personas que mejor las pueden encarnar.

La sociedad española es más abierta y menos identitaria, más solidaria, más libre, más dinámica. ¿Qué España queremos? ¿Qué entendemos por una España mejor, por un mundo mejor? Junto a la labor de oposición con todos los mecanismos constitucionales frente al gobierno del engaño debemos dar a conocer un proyecto político bien definido, que sirva de guía para nuestra futura acción de gobierno.

El reto de Ciudadanos es demostrar que es el propio tablero de juego el que ha quedado obsoleto

Asimismo, los pactos no deberían comprometer nuestra autonomía internamente ni a ojos del electorado, como ocurre si nos vinculamos siempre al mismo partido. La ley electoral penaliza la dispersión pero también se pierden votantes cuando se les reduce la oferta de propuestas políticas diferenciadas. Ciudadanos no debe mirar solo hacia su derecha porque construir una mayoría central también implica apelar a quienes se sienten engañados porque el PSOE pidió su voto para un proyecto de centro-izquierda y se lo entregó a los nacionalistas.

Ciudadanos se ha consolidado como un partido indudablemente fiable en su compromiso con la Constitución. Además, debe volver a ser percibido como un partido audaz, con una visión propia para el país con la que aspira a convencer, reformar y avanzar, no solo resistir. Mientras las demás formaciones se alejan de unos u otros de estos valores, nosotros debemos reivindicarlos con toda la amplitud de nuestro ideario de centro liberal progresista.

España necesita un Ciudadanos posibilista: no un posibilismo resignado sino el que hace posible lo que otros ni siquiera sueñan. Porque imposible es solo una opinión, se debería abordar una utopía realista a través de cinco ejes para España: un nuevo contrato social, la igualdad entre mujeres y hombres como causa nacional, la apuesta por la infancia y la juventud, la reforma territorial y la integración europea, y la mejora de la democracia y la representación.

A través de propuestas de programa icónicas (como lo fue en su día el contrato laboral único), los españoles podrían entender el agotamiento de la alternancia bipartidista que no ve más soluciones que echar el péndulo hacia la izquierda (más rigidez laboral) o hacia la derecha (menos impuestos). Ya no sirve un modelo desgastado que opone justicia social a eficiencia económica y no es capaz de evitar externalidades tan graves como el cambio climático.

El reto de Ciudadanos es demostrar que es el propio tablero de juego el que ha quedado obsoleto porque la sociedad y la economía son ya muy distintas a las de cuando se sentaron hace un siglo las bases del Estado del bienestar. Hoy debemos construir una auténtica sociedad de iguales que asegure a todos la dignidad material y la libertad de elegir su vida. Y a la vez, al no depender del mercado el garantizar estos derechos fundamentales se sentarán las bases de una economía más eficaz y más dinámica, incentivando la innovación y evitando las trampas de pobreza o la excesiva burocracia.

Es importante que Cs sea ejemplar respecto al alto estándar democrático que desea para las instituciones

Medidas por ejemplo como una Prestación Individual de Eficacia y Libertad (PIEL, renta automática que podría situarse en unos 450 euros mensuales) demostrarían que la cultura del mérito y del esfuerzo es perfectiamente compatible con una sociedad solidaria, e ilusionarían a millones de españoles.

Apreciada Inés, no comparto algunas de las decisiones que la Gestora ha tomado en las últimas semanas pero reconozco que no es fácil aguantar cuatro meses de sede vacante mientras un gobierno con pocos escrúpulos avanza en todos los frentes para dividir a los españoles.

Lo importante es que a partir de la Asamblea, en Ciudadanos salgamos en condiciones de hablar más entre nosotros para que más españoles nos escuchen. Es importante que Ciudadanos sea ejemplar respecto al alto estándar democrático que desea para las instituciones y al respeto a la opinión individual que caracteriza el ideario liberal. Hay que sumar todos los esfuerzos para afianzar un centro amplio y abierto que vuelva a ilusionar y convencer.

En el partido hay un amplísimo respaldo a tu valía, absoluto respeto al coraje que has demostrado en las situaciones más difíciles así como a tu competencia y autenticidad para ganarte la confianza de los electores. Creo que nadie debe entender las elecciones a compromisarios de este fin de semana como a favor o en contra de nadie sino sencillamente elegir con ilusión a quienes deben dialogar sobre unas primeras decisiones tan importantes como son nuestros Estatutos y nuestra Estrategia.

Después, será tu momento para ofrecer una ejecutiva y formular un proyecto amplios e integradores. Ciudadanos lo necesita y la España de libres e iguales lo merece.

*** Víctor Gómez Frías es afiliado de Ciudadanos, candidato a compromisario en Madrid.