El Rey ha inaugurado este lunes la V edición del Foro Económico Español Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores.

Ante el súbito y acelerado cambio de rasante geopolítico que ha forzado la era Trump, este periódico quiere contribuir a los debates en los que estamos inmersos sobre la revisión de las dotaciones políticas económicas y defensivas de España y Europa, poniendo a dialogar al sector público y al privado en un espacio de encuentro y reencuentro.

Felipe VI ha sido el encargado de esbozar cuál es ese nuevo orden mundial hacia el que nos dirigimos, y cuáles son los desafíos que tendremos que afrontar en él.

Se trata de "un entorno agresivo de aranceles, incertidumbre global y revolución tecnológica", que ha fracturado el "vínculo transatlántico" y "el orden basado en normas creado a partir de la II Guerra Mundial".

Pero el jefe del Estado no se resigna a "desandar el camino" para que se imponga "un peligroso concepto de las relaciones internacionales basadas en el imperio de la fuerza".

Frente "a las zonas de influencia, al mundo de las relaciones de poder y a un puro mercantilismo sin reglas" al que algunos líderes mundiales quieren retornar, Felipe VI ha defendido esa "gran arquitectura de acuerdos e instituciones" que logró ubicar "la razón por encima de la fuerza". Y que afianzó el mismo espíritu que inspiró después a la Unión Europea y a la democracia constitucional española.

Explícito y contundente, el Rey ha reivindicado la vigencia de este mundo del "multilateralismo y los cauces de cooperación", que "nos resulta más necesario que nunca".

Fiel a su encomienda de liderazgo público para movilizar a la sociedad en una dirección compartida, Felipe VI ha llamado a defender el mundo del derecho no como "el mundo de ayer", sino como "el mundo de hoy".

Y las principales empresas españolas han respondido a este llamamiento, concretando en la primera jornada del Wake Up, Spain! el itinerario a seguir para alcanzar el propósito marcado por el jefe del Estado.

Las distintas intervenciones de los grandes del Ibex han quedado hiladas por tres ideas fuerza: estabilidad política, desregulación económica y acción inmediata.

José Manuel Entrecanales, presidente y consejero delegado de Acciona, ha incidido en la necesidad de que los países garanticen la "estabilidad regulatoria y la seguridad jurídica" para poder atraer a los inversores.

Por su parte, Ana Botín, presidenta de Santander, ha propuesto rebautizar el foro como "Wake Up, Europe!", a guisa de exhortación a la gobernanza europea para que "actúe con un verdadero sentido de urgencia".

Además de agilizar sus procesos de toma de decisiones, Europa debería aprovechar la ventana de oportunidad que se le abre para, como acertadamente ha subrayado Botín, reducir la "sobrerregulación". Una línea argumental similar a la que ha trasladado el consejero delegado de CriteriaCaixa Ángel Simón, con su invitación a estrechar la colaboración público-privada.

El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, se ha centrado en la reindustrialización de Europa a la que debería conducir el actual vuelco geoestratégico. Y, con su sensatez habitual, ha defendido que se haga con "más tecnología y menos ideología", lo que supone también replantearse el cierre de las centrales nucleares.

Se está gestando a una gran velocidad un nuevo mundo. Y en un contexto en el que la arquitectura de la globalización está seriamente comprometida, los españoles y los europeos no podemos dejar que otros tomen por nosotros las decisiones sobre nuestro futuro.

EL ESPAÑOL está comprometido, parafraseando a Felipe VI, a "alimentar escuelas de opinión" que puedan informar estas decisiones. Y a propiciar con este foro sinergias entre la política, la empresa y la sociedad civil que permitan avanzar hacia el horizonte delineado por el monarca: "fortalecer nuestras capacidades" y salir de esta crisis "mucho mejor pertrechados" para los desafíos del mañana.