No es de recibo para los españoles que, en el mismo día en que celebraban la Constitución que más ha contribuido al desarrollo y las libertades, hubiera quienes aprovecharan la efeméride para mostrar que efectivamente están por un cambio de régimen. Es en este contexto en el que hay que interpretar las palabras de Pablo Echenique, portavoz de Podemos, que usó la noticia de la presunta regularización fiscal de Don Juan Carlos para convertir el 6 de diciembre en un acto contra la Monarquía en tanto que supone una "confesión" de las prácticas del anterior Jefe del Estado. 

La sucesión de los hechos no deja lugar a dudas: no es casual que la noticia de que el Emérito trate de regularizar las donaciones del empresario Sanginés se conociera el día de la Constitución. Los asesores del anterior jefe del Estado tienen razón en mostrar, cuando menos, sus temores con el hecho de que la filtración proceda del Gobierno. De entrada, desde Podemos se ha venteado este asunto de forma artera y calculada. 

Causa general

Las propias palabras de Echenique a los medios -"menudo día ha elegido para confesar que ha defraudado a Hacienda"-, en la escalinata del Congreso, revelan que en la formación populista existía todo un protocolo para abrir una causa general contra la institución monárquica y, por tanto, contra el sistema del 78. 

Hizo bien Pablo Casado en reaccionar alegando que "los enemigos de la nación" están dentro del Gobierno. O Isabel Díaz Ayuso, cuando señaló que hay movimientos, incluso en el seno del Ejecutivo, "que estarían de acuerdo en derrocar la Constitución".

La mera sucesión de los hechos vividos este domingo demuestra que no hay día que el socio del Gobierno de coalición no esté dispuesto a poner en almoneda nuestro sistema, sin tener reparo en valerse de filtraciones y de medias verdades, de tribunas en la prensa afín, para la consecución de sus intereses. 

Previsible speech

En este sentido, también el vicepresidente segundo del Gobierno aprovechó el escándalo por la noticia de Juan Carlos I (una regularización fiscal aún no consumada) para atacar a la Corona asegurando que el "mejor homenaje a los héroes y heroínas de la patria" pasa por "aspirar a otra república". Obviando, por ejemplo, que Felipe VI ha renunciado a la herencia paterna o que al Emérito se le retiró la asignación de Casa Real.

Es verdad que todo este speech republicano se veía venir. Las declaraciones gruesas de la parte populista del Gobierno de los últimos días son elocuentes de la disonancia que supone ser representantes de un sistema que detestan abiertamente.