El magistrado de la Audiencia Nacional José de la Mata ha propuesto enjuiciar a la familia Pujol por formar parte de una asociación criminal para enriquecerse. Tal y como explica el juez, los Pujol se valieron de su posición privilegiada en la política catalana para acumular una fortuna desmedida y, a tal efecto, no dudaron en estar detrás de no pocas operaciones corruptas.

El juez, al poner fin a la instrucción de la pieza principal de este caso, concluye que los hechos investigados son constitutivos de graves delitos que van de organización criminal a blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública, entre otros.

Como una mafia

El juez desmonta la tradicional justificación de los Pujol que atribuía su patrimonio desaforado a la herencia del abuelo Florenci y corrobora las investigaciones de la UDEF, que consideró al clan "como una mafia", como una cleptocracia mantenida por la impunidad del poder que gozó Jordi Pujol en una Cataluña que creó a su medida.

La importancia de que se sienten como acusados los Pujol trasciende lo meramente judicial, porque ese apellido está indisolublemente unido al proyecto nacionalista catalán que ha desembocado en un desafío frontal al Estado. Eso explica que tanto el patriarca como su esposa y sus hijos hayan seguido viviendo tranquilamente en su tierra, gozando no sólo del favor de parte de la opinión pública, sino de otras prebendas flagrantes de la Generalitat: la más reciente, la suerte de tercer grado penitenciario de la que se benefició su hijo Oriol, condenado por el caso ITV.

Libre de pecado

Ahora que se exige, y con razón, que Juan Carlos I asuma sus responsabilidades, hay que hacer lo propio con un político que, envuelto en la bandera catalana, se sirvió del poder para ejercer como un capo y beneficiar a los suyos.

Cuando los separatistas claman que España les roba, habría que recordar qué hicieron los Pujol mientras se daban golpes de pecho por amor a la patria. A la vista de los hechos, queda claro que ese amor no era desinteresado. Y eso es más que elocuente para comprender la historia de la Cataluña de los últimos cuarenta años.