Este miércoles, y con carácter de urgencia, se ha reunido el llamado Pacto Antitransfuguismo a petición de Cs y después de que en las últimas semanas se hayan consignado en sus filas dos deserciones en Málaga y en Santa Cruz de Tenerife. Al margen de la premura de este encuentro y de su contenido específico, lo sustancial es que es la primera vez que las direcciones de los tres grandes partidos constitucionalistas mantienen una reunión en la misma mesa. 

Y no sólo eso, en el espíritu del encuentro, que según ha podido saber EL ESPAÑOL ha sido sumamente cordial, ha quedado de manifiesto una voluntad inequívoca para acometer esos "acuerdos para la estabilidad" que tanto necesita nuestro país.

Nuevas citas

Es verdad que esta entente de la mayoría transversal y moderada llega tarde, pero nadie puede restarle valor a la fotografía. El hecho de que los tres partidos se hayan emplazado a nuevas citas es una oportunidad de oro para abordar pactos de mayor envergadura. 

La ocasión, además, es propicia: con la descomposición de Podemos a tenor de su varapalo electoral en Galicia y País Vasco y con Pablo Iglesias desparecido de la escena política por el caso Dina, Sánchez tiene una oportunidad histórica para mandar un mensaje de moderación a Europa tras el fiasco de la candidatura de Nadia Calviño al Eurogrupo por las desconfianzas que genera el Gobierno de coalición.  

Fondo de recuperación 

Un mensaje en el que se den pruebas manifiestas de que el populismo no condiciona la acción de Gobierno y de que España, como ha asumido el presidente en su gira por Europa, está dispuesta a aceptar determinadas medidas de ortodoxia y contención del gasto público para no quedarse fuera del fondo europeo de recuperación por el Covid-19. 

En realidad no sólo hay que mandar un mensaje hacia el exterior, también hacia el interior: la crisis institucional de la Corona por las actividades del Emérito, el rebrote del desafío independentista y nuestro futuro más inmediato dependen de que se explore esta mayoría tranquila de PSOE, PP y Cs. Una tarea urgente que, además, es la única solución.