La realidad es tozuda y así lo evidencian los datos del Ministerio de Trabajo. La Seguridad Social cerró el mes de enero con 244.000 afiliados menos que en diciembre, convirtiéndose así en el peor inicio de año desde 2013, cuando el descenso fue de 263.000 cotizantes. 

Las cifras son las que son. Desde que llegó Sánchez a Moncloa, hay 20.000 mujeres más en el paro, 14.000 desempleados más menores de 25 años y hay 30.000 trabajadores menos en el campo, en la "España vaciada". Paradójicamente se trata de los colectivos que el Ejecutivo dice beneficiar.

Banco de España

Para valorar la gestión del Gobierno en este terreno no hay que remontarse al mes pasado, cuando se constituyó el nuevo Ejecutivo de coalición, sino a junio de 2018. Meses después, Sánchez aprobó por las presiones de Podemos una primera subida del Salario Mínimo Interprofesional que fue criticada en amplios sectores económicos, y particularmente por el Banco de España. 

Fue entonces cuando la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, calificó a los expertos de la entidad de "profetas de la catástrofe", y les instó a que pidieran "perdón y disculpas". Aquellos análisis preveían un impacto negativo en colectivos como el de las mujeres, los jóvenes y los agricultores. Justo lo que hoy expresa el paro registrado.

¿Efecto SMI?

Está aún por ver que el incremento del SMI a 950 euros sea el culpable del mal comportamiento del mercado de trabajo. Habrá que hacer análisis y observar los efectos de la medida en el tiempo. Aunque lo cierto es que el Ministerio de Trabajo ya reconoce que esta medida tendrá incidencia en lo que denominan "determinados colectivos", entre los que hay que incluir a los trabajadores que se incorporan al mercado laboral y a los peor remunerados. 

Pero la trilogía del paro de Sánchez (mujeres, jóvenes y agricultores) ya es una sombra que se proyecta sobre su gestión y a la que habrá que prestar atención.