Si algo le faltaba al presidente de Estados Unidos, era enfrentarse ahora al impeachment o proceso de destitución. Este mecanismo ha sido puesto en marcha por la presidenta de la Cámara de Representantes, la Demócrata Nancy Pelosi, después de que el propio Trump reconociera haber presionado a su homólogo ucraniano para investigar a un hijo de Joe Biden, su probable rival en las presidenciales del año que viene.

El contenido de una conversación entre Trump y Volodimir Zelenski tuvo lugar el pasado mes de julio, pero no fue hasta este miércoles cuando se conocieron más detalles gracias a un informe de la Cámara de Representantes. Y todo después del chivatazo de un funcionario de Inteligencia. Pero la crisis no acaba ahí, y empieza a ramificarse: el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giulanni y el fiscal general de EEUU, Rober Barr, parecen también implicados.

Ucrania

Conforme van conociéndose los detalles, más claro parece que el asunto reviste mucha mayor trascendencia que la supuesta "trama rusa" mediante la cual el equipo de campaña de Trump recurrió supuestamente a los servicios de la Rusia de Putin para dañar a Hilary Clinton en 2016. En ese momento, el Partido Demócrata se escindió entre quienes abogaban por el impeachment a Trump y quienes consideraban que un juicio político al presidente tenía pocas opciones de salir adelante. 

Estamos ante un asunto que trasciende la política doméstica americana. De entrada, Ucrania es un país abierto en canal por la guerra con Rusia que, en gran medida, depende de la ayuda estadounidense. Según los Demócratas, Trump supeditó la ayuda del gobierno americano a lograr pruebas contra Biden.

Pero incluso los Demócratas podrían salir salpicados por cuanto no está del todo claro que Biden no se valiera de su vicepresidencia en la etapa de Obama para favorecer los opacos negocios de su hijo en Ucrania.

Aranceles

De lo que no cabe duda es de que un estornudo de Washington es capaz de resfriar al planeta. Pese a que, según las encuestas, la opinión pública norteamericana no cree que el presidente pueda acabar siendo recusado, Trump vuelve a estar en el ojo del huracán. Y, por ello, no ha dudado en responder con medidas estrafalarias

Si en otros momentos agitó la guerra comercial con China o el brexit, ahora se ha valido de una decisión de la OMC para frenar la economía de la UE durante seis meses. Una ocurrencia voceada por Twitter según la cual EEUU tendrá derecho a imponer hasta 11.000 millones en aranceles a productos europeos.

Es decir, que vivimos bajo el imperio de los arrebatos del excéntrico presidente que, a la vista está, vuelve a obviar las normas mínimas de racionalidad y diplomacia. Ante este populismo global y maniqueo, conviene estar preparados y tomar nota. En Washington y en Bruselas.