El desmentido del Elíseo a Rivera por su afirmación de que Macron bendice los pactos de Ciudadanos en España es la gota que colma el vaso de una serie de desencuentros con más trasfondo e intereses encontrados de los que pudiera parecer a simple vista.

Resulta evidente que Rivera cometió un error al apelar este jueves al respaldo del presidente francés, sobre todo porque Ciudadanos se vio obligado a matizar después que su líder no se refería en realidad a Macron sino a su formación, La República en Marcha.

Excusa

Pero es más que probable que el patinazo de Rivera sólo haya sido la excusa de Macron para romper una relación que ahora ya no le resulta tan útil como en el pasado, cuando tuvo que echar mano del grupo liberal en la Eurocámara y buscó el respaldo de Ciudadanos.

De hecho, la tormenta en la relación Macron-Rivera venía anunciándose desde las elecciones europeas del 26-M. En ese momento la alianza perdió valor para el líder francés: Cs aportó sólo siete eurodiputados al grupo Renovar Europa frente a los 21 de La República en Marcha.

Aliado

Dado que ahora el objetivo de Macron es contrarrestar el poder de la canciller Angela Merkel en la UE, sabe que para esa batalla le será más útil Sánchez, líder indiscutible de los socialistas en Europa y un aliado necesario.

El líder del PSOE, que sabe perfectamente que el presidente francés le necesita, ha visto el momento de obligarle a decantarse y de seguir presionando a Rivera. Macron no ha tenido dudas. Los pactos indirectos de Cs con Vox han sido el pretexto perfecto para marcar distancias con los liberales españoles y abrazarse al PSOE.