El pacto de todos contra Navarra Suma que se produjo este miércoles en la constitución de la Mesa del Parlamento navarro permite deducir que la candidata socialista María Chivite acabará siendo nombrada presidenta autonómica. Pero a qué altísimo precio.

No sólo los nacionalistas del PNV presidirán la Cámara, pese a que fueron la tercera fuerza en las elecciones, sino que Bildu tendrá una secretaría en la Mesa. El reparto de cargos revela un acuerdo de facto de los socialistas con los proetarras.

Legitimidad

El asunto tiene muchas lecturas, alguna de gran trascendencia. La más obvia es que, dado que el PSOE descalifica una y otra vez a Ciudadanos por servirse de la ayuda indirecta de Vox e incluso lleva la denuncia a foros europeos, ¿con qué legitimidad va a seguir sosteniendo las críticas cuando, en su caso, pacta con los amigos de  terroristas que han estado asesinando durante 40 años con coches-bomba y tiros en la nuca? 

También hay un problema de disciplina interna. Ferraz vio con reticencias, desde el principio, un pacto de los socialistas navarros con el nacionalismo y Bildu, y trataron de impedirlo. José Luis Ábalos, secretario de Organización, llegó a asegurar que en Navarra no podía haber acuerdos con los proetarras "ni por acción ni por omisión". Salvo corrección de última hora, el asunto se les ha ido de las manos.

Investidura

Pero no sólo estamos ante la que se antoja como primera gran claudicación de Sánchez ante una federación de su partido. Lo verdaderamente grave es que Navarra es una cuestión de Estado y apartar del poder al partido que ganó las  elecciones gracias al apoyo de Bildu equivale a renunciar a cualquier posibilidad de una abstención de PP y Ciudadanos en la investidura de Sánchez, una hipótesis que hoy podría parecer lejana, pero que no está ni mucho menos cerrada.

Así pues, la jugada del PSN en Navarra puede condenar a Sánchez a tener que revivir el Gobierno Frankenstein, ése que ya sustentaron la legislatura pasada Podemos, PNV y partidos independentistas como ERC, JxCat o EH Bildu... Un auténtico calvario para el líder del PSOE.