La esposa de Eduardo Zaplana ha hecho público este domingo un comunicado redactado por el exministro en el que éste se declara "inocente" y se pregunta cuánto tiempo tiene que permanecer aún en la cárcel a la espera que se cierre la investigación sobre su caso, iniciada hace más de tres años.

Zaplana, que cumple este 24 de diciembre, día de Nochebuena, siete meses en prisión preventiva, tuvo que ser ingresado el martes pasado en el Hospital La Fe de Valencia debido al deterioro de su salud. Desde que fue trasplantado de médula en 2015 como consecuencia de una leucemia debe someterse además a revisiones periódicas.

"Dependencias médicas"

Es esta circunstancia la que hace difícilmente comprensibles las reiteradas negativas de la juez instructora a facilitar su salida de la cárcel, siquiera en arresto domiciliario. Pero es que incluso ahora ha restringido al extremo la visita de sus familiares al hospital.

El argumento de la juez es que existe riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. A lo primero contesta el propio Zaplana en su escrito recordando sus "dependencias médicas y arraigos evidentes". En cuanto a la destrucción de pruebas, si a estas alturas de la investigación existe aún ese peligro es que la instrucción deja bastante que desear.  

"Humanidad"   

La situación es tan dramática que Rosa Barceló, esposa de Zaplana, recibió este sábado el pésame de varias personas al difundirse por error la noticia de la muerte de su marido. Por eso, y aunque el delito que se le atribuye y él niega con contundencia es grave -está acusado de haber cobrado 10,5 millones de euros de comisiones ilegales- la mayoría de partidos han solicitado que se tenga "humanidad" en su caso. Y ahí hay que incluir a personalidades tan distantes como Aznar o Pablo Iglesias.

Sería una tragedia, y eso es algo que hoy no cabe descartar, que Zaplana muriera en prisión. Sobre todo porque podría estar bajo vigilancia en su domicilio en los términos previstos en el artículo 508 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que esgrimió hace tiempo su abogado. Ojalá no haya que arrepentirse.