Enternece y genera mucha confianza la fotografía de toda la corte ministerial entre las cigarras toledanas. El presidente llegado desde el aire en un vuelo gallináceo; abajo los puñales en sordina entre Carmen Calvo y Margarita Robles, y hasta un astronauta risueño a verlas venir.

Lo del sábado fue un retiro de verano en el que el sanchismo quiso lamerse las heridas en equipo y en privado. Hubo agua con gas y sin gas, agua de mineralización débil y quizá la ratafía de Torra en los postres. Olor de colonia socialdemócrata y toda la España ministerial como en una comuna pija en mitad de la Mancha. Y antes una foto de familia con Sánchez en modo 'casual', en el medio y rodeado de sus ángeles. También se vio al ministro Ábalos, algo recuperado de las heridas del taxi.

Pedro Sánchez se llevó a sus ministras y ministros a Quintos de Mora, Toledo, para hacer propósito de la enmienda y autoconvencerse de que han cambiado la Historia y de que han vuelto a España un país feliz, igualitarísimo (sic) y feminista. Quizá con un trenecito turístico en el pudridero de Cuelgamuros: con wifi y con memoria histórica.

Porque desenterrar a Franco y desasistir al juez Llarena es todo uno, lo importante es cómo comunicar el feliz desastre diario, y que a Adriana Lastra no se le noten sus lagunas cuando pontifica sobre las distintas disciplinas del pluriEstado.

En todo caso hace bien Pdr en llevarse a los suyos de convivencia, de acampada, de fogata seca de sábado. Si no fuera porque es la palabra de moda, diríamos que el presidente se llevó a sus carteras y ministrillos, ministras, ministros y ministres a hacer "sororidad". Pero no diré "sororidad" y diré "conciliábulo, o "calor", "quinta toledana" y lo "rápidopronto" que arreglaron España con desenfado y modernidad.

Allí en Quintos de Mora anduvo Bush con Aznar, pero Sánchez se ha propuesto tomar el cielo -más que por asalto- por el finde y abrirle los cortijos de titularidad estatal a 'los suyos', que 'los suyos' hay que entenderlos como los 'todos'. Cuentan las crónicas que Sánchez llegó en helicóptero, acaso porque las prebendas presidenciales le han costado lo suyo y 'la criatura' tiene que disfrutarlas ahora que puede.

Se fueron los ministros de acampada, a Arcadi Espada lo quieren emplumar por pintar de rojigualda un lacito, la primavera está a punto de llegar en septiembre. Pero Sánchez se los llevó de excursión. De Quintos de Mora (jara, romero, buena caza y solano manchego) salió un Suresnes renovado. Fijo que sí.