Déjame que te cuente, vasquito, que yo no te creo. Déjame que te cuente que te hemos visto tuneado y tuitero, vestido de limpio, en el sarao de cerca de Bayona que parecía una fiesta cursi de Pablo Escobar en la Hacienda Nápoles. Te vi allí hecho un pincel con todo lo pintón que te queda de la estética barrokilla de antaño; con esa pos que quiere partir la pana por la Europa puigdemona de los pueblos y tal. Ahora que no se te ve mucho el pendientito y te has vuelto zen así, como del rayo, que encales la Historia con los estómagos agradecidos que llamáis "mediadores"  me viene dando igual. Porque yo no te creo.

Te confesaré, Arnaldo, que sociológicamente me interesa el chiringuito ése que te has montado para que el día de mañana te vayas a la Gagauzia o a la Trandniestria -o donde te lleve el viento- a mediar y a trincar entre botarates con un AK-47 y pocas lecturas. Lo peor es que sabemos a qué periodistas le vendes la moto, sí, en un ameno prado y con Eguiguren en off. Y te diré, también, que las viudas de militares son poco de verte a ti con el Follonero: que las viudas de militares tienen el sueño malo y se acuestan pronto, que medio se duermen cuando les deja el recuerdo del ausente y les van haciendo efecto las píldoras de Fanodormo/Orfidal.

Y sí, Arnaldo, eres un engranaje más del momio que habéis montado cuando la Historia os dijo anacrónicos y os quisisteis volver lanza de la sociedad: con tanto muerto en el armario y tanto cura que os pasó el cazo en un sermón que tenía poco de cristiano. Tampoco vas a cargar con la culpa tú solo, que en esto habéis sido muchos; las hay con una pancarta, sí, señoronas supremacistas de misa diaria que iban con un pañuelico al cuello y que ahora son como las madres de la Plaza de Mayo de Alsasua.

Conté aquí, hace casi un año, lo de las ostras en Bayona, y pasa que después de que dijeras poco en Cambo-les-Bains, salió Urkullu y su par navarrica con la cantinela del etxera. A estas alturas de la película sé que aún los hay más taimados que tú; los que van horadando -por la gloria del hecho diferencial- un ayuntamiento del cambio, un reino histórico y una fundición que sale de la crisis. Vuestra manada es de tiros fijos, y no me vengas ahora a selfiarte con pensionistas en tus redes, que la senilidad social puede ser reversible. Y revisable.

Y acercarán presos y será el tiro de gracia a lo que fue España. Retuitea a Puigdemont, Arnaldo, reparte abrazos, que yo no te creo.