En un zapeo de urgencia a la búsqueda de imágenes sobre las confusas noticias que llegaban de Londres, el sábado por la noche me di de bruces con un programa alucinante. El popularísimo Jorge Javier Vázquez planteaba una intriga a la audiencia: la del resultado de la operación estética a la que se había sometido Mila Ximénez, una de sus colaboradoras.

Mientras ambos hablaban, el presentador la mantenía de espaldas al público y las cámaras la enfocaban sólo de cuello para abajo. Para acrecentar el suspense se iban intercalando los comentarios elogiosos de amigas de la protagonista que habían tenido la oportunidad de observar en primicia los efectos del bisturí.

Cuando por fin Mila Ximénez se mostró ante los espectadores, el plató estalló en una ovación tan exagerada que el propio Vázquez se vio en la obligación de intervenir: "¡Que se ha operado la cara, no ha inventado la penicilina!". Todo fueron piropos: que si el cuello tal, que si los ojos cual... El programa se convirtió, aun sin pretenderlo, en una absoluta apología de la cirugía plástica.

La escena me desconcertó. No entendía qué mérito veían aquellas personas en el hecho de pasar por el quirófano para reconstruirse la cara y pensé que, en todo caso, a quien habría que sacar a hombros era al cirujano. Quizás ni eso, porque aquella mujer se me antojaba de repente la doble de Tina Turner.

España es el país europeo con más intervenciones de cirugía estética, y nueve de cada diez personas que recurren a ella son mujeres. Existe una enorme presión para que las mujeres luzcan permanentemente jóvenes, para que desafíen los estragos del paso del tiempo, para que se muestren siempre atractivas aun a costa de trivializar con la entrada en un quirófano.

He buscado reacciones al programa, emitido en hora de máxima audiencia, pero no he encontrado gran cosa. ¿Dónde están las feministas? Corrijo: ¿dónde ha quedado el sentido común? ¿Habrían llevado al programa a un hombre para que explicase lo fantástico que luce su flamante rostro?

Causó más revuelo en su día que algunas ricachonas se amputaran los dedos meñiques para calzarse unos Louboutin que la proliferación de operaciones quirúrgicas low cost publicitadas hasta en el último barrio del país.

Las revistas del corazón llevan esta semana a sus portadas los nuevos pechos de otra colaboradora de Jorge Javier Vázquez con títulos como éste: "María Patiño: espectacular tras operarse". Ya lo estoy viendo. Lo siguiente será una campaña para que la Seguridad Social cubra estas intervenciones.