En realidad, el célebre duelo a balazos no ocurrió en O.K. Corral, sino en el terreno que había detrás. Además, el citado corral nunca fue corral ni gallinero, por ser cuadra para caballos. Tampoco la balacera fue acontecimiento de importancia. Lo que pasa es que el pueblo norteamericano, al carecer de pasado -y por lo tanto de mitología original- se inventa unos orígenes a su medida y luego los globaliza con ayuda de Hollywood.

Ya sabemos que los gringos tienen los medios de producción suficientes como para trucar el pasado y de igual manera, transformar un hecho local, en un hecho histórico globalizador. Con tal propaganda invasiva, nuestro imaginario carpetovetónico se abre a la influencia norteamericana, absorbiendo sus gases y efluvios, convirtiendo una cuadra en algo tan aparente como un corral. Porque cuando se trata de animales, no hay distingos en un país donde se tiran cabras desde los campanarios.

Siguiendo por este camino de vacas, a veces surgen voces que nos recuerdan de dónde venimos. Un ejemplo es Pérez Henares -mi amigo Chani, vecino del tito Raúl- que en menos de 140 caracteres, identifica a Iglesias y a Errejón con dos gallos en punta para la pelea. Para él, son dos pollos crecidos que se van a desplumar a picotazos en un reñidero de los Carabancheles. Pérez Henares resulta poco original, no ya por ser como es, sino por no ser el único periodista que desea que esto ocurra.

Sin salirnos de nuestro camino de cabras, botijos y corrales, baste utilizar la moviola y algo de imaginación para situarnos en épocas de gris marengo, cuando las manifestaciones de la época franquista donde Chani participó. Siempre que puede, hace gala de ello, de su antifranquismo, asunto que le honra pero que, sin embargo, no matiza, pues más que correr delante de las fuerzas de represión, mi amigo Chani -al igual que tantos otros- corrió persiguiendo el origen del franquismo, quiero decir que corrió detrás del capitalismo que engendró el régimen.

Con estas cosas, le venía a contestar a su tuit y con ello también a apostarme con él -pajaritos contra corderos- a que el congreso de Vista Alegre acabará con un abrazo entre Íñigo y Pablo. Así lo deseamos los que, más que una película de acción, captamos dialéctica entre dos tendencias opuestas dentro de la misma esencia, que no es otra esencia que la del 15M. Así lo deseo, que acepte mi apuesta, porque lo voy a desplumar.