Bob, tron, ¿va en serio eso de que no vas a cogerle el teléfono a los suecos? ¿Ni piensas hacerles una perdida siquiera? ¡La madre que te parió, Robert Allen Zimmerman! ¡Mira que eres rarito, desaborío! Pero haces bien. Que se lo curren. Nadie dijo que eso de repartir cuponazos al buen tuntún, e inmerecidamente, como si fuesen confeti, fuese algo sencillo.

¡Hey, man, imagino que una tal señorita Anastasija Karlson, la secre de la Academia Nobelera, octogenaria furibunda y emperifollada hasta el tuétano, acabará víctima un ataque de ansiedad a causa de tus borderías! ¡Ya te vale! Eso, por no hablar de que la pobre señora estará harta de que Philip Roth y Haruki Murakami la llamen cada 15 minutos por si lo rechazaste ya.

Es curioso, Bob. Al final, mucha pachanga sensiblera y letritas comprometidas maulladas con esa voz de gato atropellado que Dios te concedió, pero todo se resuelve al teléfono. Ya nos lo decía Gila, Miguel Gila, quien, para que lo entiendas, era como Woody Guthrie pero con chistes. Vamos, que si la guitarra de Woody mataba fascistas, Gila se dedicaba a atravesar el pescuezo al tardofranquismo a base desternillantes pinchazos telefónicos.

Mucho Gila era nuestro Gila. Por cierto, amigo, ¿no te interesaría poner una excusa piadosa a los suecos? No sé, como que compraste un iPhone de la bellota y que al tercer sms te petó. O que tenías el móvil en modo avión. No sé, tío, pero lo cierto es que da mal rollo que la suecada empiece a creer que eres un sieso. Mira tú que son muy suyos.

Aunque no peor que los nuestros. Verás, tío, tenemos aquí a dos académicos requetefinos que viven enzarzados en un rifirrafe de lo más cansino. Andan todo el día susurrándose al oído un “¡alguien ha matado a alguien!” que parece sacado de una sketch de Gila. Fíjate cómo será la cosa, que utilizan un periódico global, antes conocido como diario independiente de la mañana, para ponerse pingando. Se llevan peor que Tom & Jerry estos dos. Todo el santo día a la greña. Son los Patt Garret & Billy The Kid carpetovetónicos: Paco Garrett & Arturo The Kid. Será cosa de ese guerracivilismo tan nuestro que llevamos alojado en el genoma hispano.

Knock-knock-knockin on RAE's door’. Duelo a garrotazos en vez de estar a lo hay que estar. O sea, en ir pensando en galardonar con el próximo Cervantes a Bisbal. O a Bunbury. O al mismísimo Milikito.