Pierre Cardin

Ha muerto Pierre Cardin, un futurista de la moda. Y es que Cardin ha consumido todo el futuro que tenía por delante (le faltaban dos años para ser centenario).

Nació cuando a los de su gremio no se les llamaba diseñadores, sino modistas. Ahora, diseñadores lo son todos menos Lorenzo Caprile, que es modista por la gracia de Dios y de alguna infanta.

Vino al mundo en Italia y ha muerto en Francia, su país de adopción, donde siempre vivió con el triunfo a cuestas. Era de la quinta de Courrèges, Dior, Givenchy, Pertegaz, Saint Laurent. En España se le conoció gracias a la irrupción de prêt-à-porter que en los años 50 acercó la moda al gran público. Hasta entonces, Cardin se había dedicado a crear modelos exclusivos para la clase adinerada, modalidad a la que llamaron alta costura. Era tan alta que se ponía por las nubes.

Los modistas franceses e italianos inspiraron sus primeras colecciones de trajes exclusivos a las clientas que podían pagarlos, pero desgraciadamente cada día eran menos las mujeres que podían pagarlos. Fue Pierre Cardin quien acuñó el término prêt-à porter (listo para llevar) definiendo así la moda del futuro, una moda en serie que pronto estaría al alcance de todas las economías.

Cardin vio la jugada con ojo de halcón y el futuro estuvo en sus manos. Su objetivo era confeccionar prendas en serie para las grandes marcas europeas. Fue una receta mágica. En España, la expansión del nombre del modista se la debemos a Paco Umbral, que se proclamaba a sí mismo “un dandy vestido de Pierre Cardin”. Le gustaba el nombre porque era corto y eufónico, pero sobre todo le gustaba la ropa urbana realzada con una bufanda blanca de flecos.

Isa Pi

Pocos reconocen el apodo, pero es así como se hace llamar esta influencer/instagramer que ejerce de cotilla áulica en el programa de Ana Rosa. Teniendo posibles para educarse en un colegio inglés, Isa Pi eligió la disciplina del ocio, y sin terminar el bachillerato se colocó en el mundo de la tele y las exclusivas.

Es lista como el hambre. Tiene labia y habla mejor español que todos sus novios juntos. La define un estribillo de la castiza Olga Ramos: “Donde se mete, la chica del 17, de donde saca, pa' tanto como destaca; pero ella dice, acordándose del refrán: el que quiera coger el cucus clan”.

En el mundo artístico de Isa Pi se valoran más las posturas del kamasutra que la teoría de la relatividad, pero ella se ha criado en Cantora y ha aprendido a sobrevivir a todos, empezando por “tito” Agustín y la propia Panto, que son los capataces.

Isa Pi, entretanto, ha hecho las pruebas de acceso a la Universidad y estudiará Filología Inglesa porque quiere ser “teacheresa”. ¿Cómo se dirá “mi arma” en inglés de Oxford? A la Panto le vendrían bien unas clases.

Cristina Pedroche

Estaba cantado. Ni Sánchez con Illa (o sin Illa) hubiera desbancado al dúo femenino de la noche: Obregón (TV1) y Pedroche (A3). Dicen que Ana cobró sesenta mil euros por dar las campanadas con Igartiburu. A saber. Lo importante era que Ana abandonaba el duelo siete meses después de la muerte de su hijo Álex, fallecido en Barcelona a causa de una leucemia.

Contra su costumbre, Obregón llevaba un vestido recatado, blanco y luminoso, con escote barco y manga larga. Su parlamento era dulce y contenido, nada chirriante. Con ella estaba Igartiburu, vestida con un Caprile color sangre de toro y mordiéndose el labio para contener la emoción. Uno de los titulares del día siguiente decía, remarcando el éxito de Obregón frente a Pedroche: “Ana se merendó a Cristina”.

En A3, Cristina vestía un edredón asimétrico y espectacular, digno de una mujer que no quiere pasar inadvertida. No se sabía muy bien de qué iba vestida, pero debajo del abrigo apareción un delantalito y dentro del delantalito, Cristina en todo su esplendor. Cuando se lo quitó, apareció debajo una kore griega peinada con trencitas caribeñas rellenas de abalorios blancos. La kore estaba quieta como estatua carnal, haciendo esfuerzos para que las tetas no se le salieran de sitio.

En Grecia, las kores eran ofrendas a los dioses para pedir un favor o dar gracias por el cumplimiento de otro. Entiendo que Pedroche está obligada a ejercer de kore para ir en auxilio de su husband, a quien los restaurantes le huelen a chamusquina.

Es tiempo de ruinas y pandemias. La kore griega necesita que los dioses echen un cable a su marido.

Susanna Griso

Es una de las mujeres más atractivas de televisión y una de las periodistas más profesionales. No apuesta por el chascarrillo ni alimenta las habladurías. Pero es humana y le pasa lo que a todos; tiene percances como todos los humanos y se le rompe el matrimonio, o adopta una niña de Costa de Marfil y al día siguiente sale en todas las portadas como si fuera Angelina Jolie. No hace méritos como las Campos ni colecciona portadas como Letizia de España. Esa es la Griso, seria, fundamentada, esencial, catalana y del Barça, indepe pero no del todo.

Ahora, su separación matrimonial le está costando un protagonismo no deseado, pero los paparazzi se frotan las manos. Para ellos, el mejor regalo sería que hubiera terceras personas. No caerá esa breva.