Lo que va de Margarita Robles a Patxi López es un abismo, ese abismo al que históricamente se ha ido asomando el socialismo español hasta Sánchez.

Toda comparación entre Margarita Robles -con su carrera judicial- y Patxi López -con su carrera de Patxi- es algo que deberán estudiar los politólogos con vaqueros rosas del mediodía, los ornitólogos e incluso los cronistas de la Villa y de los valles de Las Encartaciones.

En el eterno retorno de Pachi (usar la ch es una medida para no lanzar saliva por encima de la mascarilla y en el estado de alarma) hay que llamar la atención sobre esa pregunta rotunda, diáfana, prístina y cartesiana que López le mandó a Sánchez: aquello de "Pedro, ¿tú sabes qué es una nación?...".

Pedro ni lo supo, ni jamás le interesó nada más que el hecho de que una nación es una unidad que, más que de destino, es una unidad de medida: allá donde las fronteras se diluyen y cabemos todos a más dedazos.

Los pactos de la reconstrucción, con trágala general de Pablo Casado, serán presididos por Pachi López, un hombre al que la Historia siempre le sonríe. Parecía que Pachi iba para ingeniero antes que para prócer de la nueva transición, pero así son los designios del Señor. Y Patxi pasaba por aquí, como en lo de Aute.

De Pachi López y su etapa de lehendakari sabemos lo que sabemos, pero Pachi es mucho más que aquella carambola del constitucionalismo en el Norte que lo llevó a la sombrita misma del roble foral.

Lo gordo de esta comisión para sacarnos del cenagal es que López ha pedido a los comisionistas que no se deslicen por cuestiones "partidarias", y lo exige Patxi López, un hombre que es partido más partido, que es partido al cuadrado, que es lo orgánico con personalidad física y todo lo que da el carnet y la militancia histórica.

El PSOE no abandona a los suyos: los recoloca en Paradores, en Correos, en subsecretarías de maderas nobles o en comisiones trascendentales como ésta, la que Iván Redondo quiere que nazca medio muerta.

Decíamos que de Margarita Robles a Pachi López va todo lo transversal que es este socialismo que se avanza a sí mismo mientras que nos vuelve tarumbas y asimétricos. De momento Patxi, en consideración al patrón, ha pedido que la comisión no controle, ni lo intente, los desbarres del Gobierno. Después de esto, subió López a Twitter una canción de Vetusta Morla y quizá se apretó un café con sacarina... quién sabe.

Los españoles ya sabemos que la reconstrucción de los pactos de la Transición era Patxi López: que mal acaba lo que bien empezó. Y ahí anda Patxi renacido, el rayo que no cesa en esa actividad tan noble de ser Patxi, y socialista, y López.