El Open de España, el Mutuactivos Open de España, que se ha celebrado este pasado fin de semana en el Club de Campo Villa de Madrid, no merece un 10, merece mucho más. Concretamente, su nota sobre 10 es de 31.219 que son, ni más ni menos, los aficionados que desde el jueves y hasta el domingo han disfrutado del recorrido diseñado por Javier Arana previa pago de su entrada. Un detallito menor, pero en realidad fundamental para conseguir que uno de los torneos más antiguos de Europa no sólo recupere su esplendor sino que pueda incluso llegar a convertirse en algo muy grande.

Jon Rahm celebra con su novia el triunfo en el Mutuactivos Open de España. Efe

Durante muchos años he acudido al Open de España como periodista. PGA de Cataluña, El Prat, El Saler, Centro Nacional de Golf, Costa Adeje... Muchas sedes en muchos puntos de la geografía y un denominador común que llevó a que el torneo no se celebrase en 2017 ante la falta de patrocinadores por una evidente falta de interés.

El Open de España necesitaba un empujón que sólo puede darse con inversión y la inversión sólo puede llegar si existe una previsión realista de retorno en forma de beneficios. Madrid Trophy Promotions, la empresa del francés de origen armenio Gerard Tsobanian que firmó cinco años con la Real Federación Española de Golf, vio esa opción en algún momento y 31.219 paganinis le han dado la razón.

Ya fuera a 10 euros la entrada doble de jueves y viernes o con el abono de 48 euros por las cuatro jornadas de competición al completo, lo cierto es que el Mutuactivos Open de España se ha ido por encima de los 31.000 asistentes sin contar, por decisión propia, con aficionados en las jornadas de entrenamiento de lunes y martes ni en el ProAm del miércoles. Los nuevos, los del tenis, ya asomaron la patita por el Centro Nacional de Golf en 2018 -antes incluso de firmar esos cinco años- para empezar a aprender y en su primer año han querido ir igual de despacio, pasito a pasito, y aprender todo lo posible para mejorar todo lo posible en el segundo. Y eso implica cometer errores. Y pisar algunos callos.

Obviamente los accesos al Club de Campo deben mejorar y no es menos cierto que la recogida de acreditaciones debe ser mucho más fluida. Pero también lo es que un periodista no puede (ni debe) tener acceso a la zona VIP sólo por llevar un papel colgado al cuello ni puede pretender que Jon Rahm le firme autógrafos en libros y gorras aprovechando su presencia en la sala de prensa, que en realidad es una espacio de trabajo y sólo a ello debe dedicarse.

También pueden mejorar los pasillos de público en algunas zonas del recorrido, y por supuesto el público también puede mejorar su comportamiento quedándose en el green de un hoyo hasta que terminan todos los jugadores, todos, y no salir corriendo a coger sitio en el siguiente tee una vez ha pateado el jugador que le importa.

Si el Mutua Madrid Open ha tardado cerca de 20 años en ser considerado el quinto grande del tenis mundial el Mutuactivos Open de España de golf no lo va a conseguir de la noche a la mañana. El campo mejorará, los organizadores evolucionarán en conocimientos y experiencia y de la mano mejoraremos los aficionados y los periodistas. No seamos, pues, tan ligeros en la crítica, que de esta hay para todos, y tratemos de construir en torno al primer gran promotor que se ha metido en esto del golf. Si han llevado el tenis hasta el cielo gracias a Rafa Nadal que no podrán hacer con el golf y un extraterrestre como Jon Rahm.