Ana Delgado Moeh Atitar

Carmen Lomana cita a EL ESPAÑOL en el Hotel Santo Mauro (Madrid), cuenta que hace unos meses tuvo que alojarse allí cuando se inundó su casa: “Llegué con una maletita, como una refugiada”. En el Santo Mauro un té y una botella de agua cuestan 16 euros.

Lomana aterrizó en la vida de los españoles hace casi diez años, desde entonces no ha parado de salir en televisión y en la prensa rosa, incluso hay quien la considera un icono. Ella dice ser empresaria, pero sobre todo una mujer “libre” e “independiente”, afirma que siempre ha hecho lo que le ha dado la gana. Se queja de que la llaman frívola porque -dice- que ella lleva trabajando desde los 18 años, ¿qué cuántos tiene ahora? Mejor no se lo pregunten.

Para ella, era muy divertido provocar a los grises en la Universidad para correr delante de ellos. Como si fuera un hobbie. Ahora, le preocupa que haya quien quiera sacar a Franco del Valle de los Caídos. Carmen Lomana es el reflejo de una España que no sólo existe en el ¡Hola!

Ha pasado parte de su vida en el extranjero, ¿qué exportaría a España?

Sobre todo me traería el orgullo de nación que hay en países como Inglaterra y Francia. Ese sentido aquí se ha perdido, donde están orgullosos de sus símbolos, en Francia, ven su bandera y se emocionan. En España eso no existe. También exportaría la honestidad, el sentido de la moral y la capacidad de castigar la falta de ética. En Inglaterra pillan a un político con las manos en la masa o haciendo algo moralmente reprobable e inmediatamente se va; eso aquí es impensable.

De Estados Unidos me traería el respeto a las instituciones, aquí no se respetan porque ni siquiera se respetan ellas mismas y lo hemos visto con la monarquía. Si la Corona no hubiera actuado como lo ha hecho podríamos respetarla.

¿A qué se refiere?

No hablo del rey Felipe, que me parece muy honesto, sino de todo lo que sucedió al amparo del rey Juan Carlos. El caso Urdangarín y la implicación de la Corona, así como las humillaciones a las que el rey ha sometido a Sofía hacen imposible que los españoles puedan respetarlo a él y a la Casa Real. A mí esas cosas me parecen infumables vengan de quien vengan, pero más aún cuando vienen de una institución que es la primera del país y a la que todos deberíamos respetar. Pero si ellos no se respetan y no dan ejemplo, difícilmente la gente los puede tomar en serio.

¿Usted es monárquica?

Mi familia sí lo es, pero yo no tengo especial devoción por la monarquía. Sin embargo, sí pienso que están haciendo un papel y una labor importante. 

¿Qué opinión tiene de la reina Letizia?

Yo he sido bastante crítica con ella en un momento determinado, pero no con ella como Letizia Ortiz, sino con ella como reina porque rompía todos los esquemas de lo que nos habían dicho que debía ser la reina de España, que tenía que ser intachable, sin pasado.

¿Consideró eso negativo?

No necesariamente, pero es que de repente el príncipe se casó con una divorciada, republicana y agnóstica. Era muy fuerte admitir todo eso. Este señor estaba preparado para casarse con otro tipo de persona.

¿No ha cambiado su opinión?

Creo que Letizia es muy válida en muchas cosas, se ha esforzado muchísimo. Para mí hubo un momento de inflexión en mi actitud hacia ella y además se lo he dicho. Fueron a una exposición de Velázquez en Viena y ella tuvo que hablar ante todas las autoridades, cuando subió al estrado yo me quedé alucinada del alemán maravilloso que habló, pensé: ‘Esta ha debido de estudiar en Heidelberg’. Tenía un dominio escénico que chapeau, sabía llamar la atención y por primera vez me sentí orgullosa de ella y de lo que representa. Después me dijo que no sabía alemán, que se lo había aprendido de memoria. Le dije que era una fenómena, esa fuerza de voluntad por superarse la justifica de todo.

Además, ahora se está vistiendo mucho mejor, antes parecía que le daba fobia vestirse como una reina, pero comprendo que debe ser difícil ser republicana y después vestirse así, debe ser una contradictio in terminis. Una vez le dije: ‘Lo único que tienes que hacer es empezarte a creer que estás representando a la primera institución de este país’. Cuando se lo creyó empezó a comprender que una reina no puede ir en minifalda.

Este es un país muy difícil de gestionar. Tenemos una raza complicada, no sé si es la mezcla de árabes con fenicios, con judíos...

Dice que envidia el respeto a los símbolos, ¿qué piensa cuando ve cómo ciudadanos catalanes queman banderas o arrancan páginas de la Constitución?



En Cataluña y en las Vascongadas, allí hemos visto de todo, que yo soy de San Sebastián. Cuando veo eso pienso: qué país de cafres, qué falta de vergüenza, de moral y educación por encima de todo, porque a ti puede no gustarte una bandera, pero de la misma forma que tú no querrías que quemasen la ikurriña o que quemasen la senyera, respeta a los demás.

Este es un país muy difícil de gestionar. Yo a veces pienso que tenemos una raza complicada, no sé si es la mezcla de árabes con fenicios, con judíos, no sé, algo. Pero este país es ingobernable, hay gente maravillosa, pero también hay gente muy difícil. No tienes más que ver el Parlamento. ¿Qué es eso? ¡Qué vergüenza!

En el Senado vimos el otro día cómo un senador de Compromís rompía una foto de Susana Díaz.

Eso demuestra que este es un país de cafres, de envidiosos, de gente que se ha metido en política por medrar, por robar porque lo estamos viendo, no por servicio a la patria o servicio a los españoles.

¿Por dónde tiene que empezar el PSOE para regenerarse?

Me parece una desgracia para España cómo está el Partido Socialista, el más antiguo de este país. Yo le tengo muchísimo respeto a los socialistas antiguos y me parece un horror todo lo que ha pasado. Todo esto ha sido por culpa del egoísta de Pedro Sánchez, que ha tenido una actitud nefasta. El espectáculo que está dando matándose con Susana Díaz es un horror. Lo primero que tiene que tener un partido es un líder que lidere y que no permita que se mueva nadie. Como decía Alfonso Guerra, el que se mueva no sale en la foto. Es la única manera.

¿Quién tiene que ser el líder?

No lo sé, pero desde luego entre Pedro y Susana, Susana sin duda.

¿Y Patxi López?

Patxi yo creo que es válido pero tiene cero carisma. Es válido en las Vascongadas, donde le conocen. Me parece un hombre serio, un socialista con mucha más consistencia que Pedro Sánchez pero no tiene carisma, ni empatía con la gente. Como a todos los vascos, eso le cuesta.

El último gran caso de corrupción ha sido la 'Operación Lezo', ¿qué piensa al respecto?

Para empezar me da una pena horrible que le hayan llamado Lezo, porque Blas de Lezo fue uno de nuestros grandes héroes nacionales. Si Blas de Lezo levantara la cabeza, empezaba con diez cañones por banda a darles a todos. Lo primero que hay que hacer en el PP es una limpia impresionante. Es un partido plagado de corrupción y me parece inmoral. Cuando ya pensábamos que lo habíamos visto todo, que en el PP ya había pasado todo, con el Bigotes, con el otro, de repente sigue. Y llega Ignacio González robando más, pero además como una familia de mafiosos, como los Pujol. Es asqueroso, esa es la palabra.

Lo primero que tendría que haber en este país es una ley para que los corruptos no vayan sólo a la cárcel, sino que devuelvan hasta el último céntimo de lo que han robado. El día que los españoles seamos felices será el día que Bárcenas y Rato hayan devuelto todo, y si no lo devuelven, que estén eternamente en la cárcel. Pero ahora, es muy fácil irse tres añitos a la cárcel, están como pachás. Los mantenemos todos, y luego viven ya para cuatro generaciones con todo lo que nos han robado.

¿Es España un país de corruptos o esta oleada es momentánea?

España es un país de corruptos, España es el país del Lazarillo de Tormes, un país que no tiene vergüenza. Los políticos no son extraterrestres, son ciudadanos españoles que han visto que la política es un gran negocio para trincar.

Mira Rodrigo rato, que venía de una familia poderosa, con dinero, y ahí estaba, robando. Eso es pura avaricia. Aquí debe haber una memoria histórica de mucha hambre y mucha necesidad porque en el momento en que a alguien le dan poder enseguida mira a ver cuánto roba y una vez que ha robado se lo lleva fuera, que ni siquiera lo invierte aquí. El otro día escribí un artículo que se titulaba…(se pone a buscarlo en el móvil).

Era usted compañera de páginas de Ignacio González…

Ah, ¿Ignacio escribía en La Razón? Ah, no lo sabía, no me digas, entonces por eso ha estado metido en el lío Marhuenda porque decían que le quería tapar.

Sí, de hecho esta semana EL ESPAÑOL ha vuelto a dar información sobre las noticias que hacían para hacerle daño a Cifuentes.

Lo más gordo del caso es cómo le querían hacer daño a Cristina. A ella, que es una mujer ejemplar.

Lomana posa para EL ESPAÑOL. Moeh Atitar

¿Cómo crees que debería regenerarse el PP después de toda esta ola de corrupción que ha vuelto a encharcar el partido?

Barriendo y echando a escobazos a todos los que han estado queriendo justificar la corrupción, empezando por el presidente del Gobierno, porque ha tapado y negado lo obvio con su silencio mientras que los fiscales y los jueces han dicho que el PP estaba usando dinero negro a tutiplén. Esa gente tienen que salir de ahí, no son ejemplo de nada y menos cuando la única política que tienen es recaudación, recaudación, recaudación. Están ahogando a los ciudadanos y los ciudadanos se preguntan, ¿para qué pagamos? ¿Para tener una vida mejor, para tener mejor sanidad, para las pensiones de la gente mayor? No, estamos pagando para estos, que roban a espuertas.

¿Por dónde empieza la regeneración?

Dejando entrar de verdad a la gente joven como Pablo Casado o Maroto, son gente estupendisima y están limpios. Esta es la gente que tiene que estar ahí y no Mariano Rajoy (da un golpe en la mesa), que está pegado al sofá.

Suenan varios nombres para sucederle, ¿por quién apuesta?

Por Cristina Cifuentes o por Alberto Núñez Feijóo. No me gustan ni Cospedal ni Soraya, han estado muy metidas en todo esto. Soraya es muy válida y muy lista, pero ha estado codo con codo con Rajoy y le ríe todas las gracias a los catalanes, el papel que está haciendo este gobierno con Cataluña es vergonzoso.

Concrete un poco más.

A esta gente no hay que dejarles hacer, hay que estar con la ley en la mano y ser implacables. Porque además estos políticos catalanes lo que quieren es quedarse con el cortijo para que nadie les juzgue por todo lo que han robado. No nos olvidemos que en Cataluña la mitad de la población no quiere saber nada de independencia ni de todos aquellos que han tenido que ver con la corrupción que ha habido con los Pujol, con Mas... Lo de los Pujol es pura mafia, con la jefa de la mafia además, que es como suelen ser las mafias. En Sicilia siempre son las madres las que organizan la familia.

¿Sacaría a Franco del Valle de los Caídos?

¿Cómo voy a estar a favor de eso? Da igual que sea republicana, pero ¿cómo va a estar alguien a favor ahora de seguir sacando muertos? Lo que deberíamos es borrar todo eso de nuestra historia porque es vergonzoso, eso sí que es memoria histórica que hay que respetar.

En El Valle de los Caídos están enterradas personas de ambos bandos. No sólo de la parte nacional, de Franco, también de los republicanos. No viene a cuento, no soluciona nada, qué plus es ese para el país; si sacan a Franco qué van a hacer con él, ¿pasearlo por Madrid? ¿Por España?

¿Pero es lícito tener un mausoleo para un dictador en pleno siglo XXI?

Pero es que no es un mausoleo.

Pero es que hablamos de un dictador genocida.

Pues claro que es lícito, porque es una época que no se tiene que olvidar para bien y para mal. Franco lo hizo para homenajear a todos los que habían caído de un bando y en otro, y de un bando y de otro están enterrados. Él está también, lógico. Además, hay mucha gente que no es antifranquista también habrá que respetarlo. Si quieren quitar cualquier vestigio de Franco que quiten la seguridad social, los sindicatos y las vacaciones de verano… Que quiten todo y empiecen de cero.

¿Esa lectura no obvia la parte más oscura del franquismo?

Yo recuerdo que durante mi infancia y mi adolescencia vivíamos muy tranquilos. Y además, te digo una cosa, para nosotros, en la Universidad, era un divertimento armarla para que vinieran los grises y correr.

Hablar de pobres y ricos, después de la caída del comunismo, me parece demagogia pura y dura

¿Cree usted que Pablo Iglesias debe cortarse la coleta?

A mí eso me da igual, a mí lo que me interesa es que sea eficaz. Si se la quiere cortar que se la corte, eso es una cuestión de estética, pero sí que me interesa que vaya limpio, que vaya presentable. Se lo dije en Twitter, que por favor, se comprase un desodorante seco, porque no es de recibo que un político salga con cercos en la camisa. Pero eso se lo dije por hacerle un favor. Se lo diría a él y a cualquiera. Que lleve el pelo largo o corto me da igual. Si tiene buena cabeza, si es un buen político, y dice cosas coherentes…

A mí lo que me extrañó de él y de su gente es que este señor tiene el mismo discurso que en el 36, en lugar de ser un discurso progresista, de un hombre joven, con ideas jóvenes. Es el discurso del odio, de pobres y ricos. Eso ya es absurdo.

¿Se siente aludida por ese discurso que culpabiliza a las clases altas de la situación de las bajas?

¿Yo? Para nada. Hablar de pobres y ricos, después de la caída del comunismo, me parece demagogia pura y dura. Lo que tenemos es que construir una sociedad donde la gente tenga responsabilidad del trabajo bien hecho, donde los obreros trabajen bien y respeten al empresario. Desde hace unos años parece que ser un empresario es ser un sinvergüenza y no es eso. El día que se les respete, las cosas irán muchísimo mejor.

Hay que repartir el dinero de la mejor forma posible, pero no repartir con subvenciones sino dar oportunidades para que todo el mundo pueda estudiar y trabajar. Ahora nadie quiere tener oficios y hacen falta muchísimos buenos fontaneros, carpinteros… Profesiones que, además, te pueden dar una calidad de vida muy buena. Hoy en día gana lo mismo un buen electricista que un abogado medio. ¿Yo cómo me voy a sentir aludida? He trabajado toda mi vida, tengo una vida bien, confortable, pago una burrada de impuestos, siempre me quejo por eso, y aporto muchísimo a la sociedad.

¿No cree que los impuestos se deben pagar proporcionalmente a la renta de cada uno?

Yo me siento un paganini tremendo, y también siento que estoy manteniendo a mucha gente. Además, yo ayudo a muchas ONG, que yo no tendría por qué ayudar, porque con lo que pago de impuestos el Estado debería encargarse de todo esto.

En las elecciones de 2015 se presenta con Vox al Senado, ¿por qué Vox y no con otro partido?

Porque no me lo pidieron. Vox fue una cosa de amiguetes, me llamó Espinosa de los Monteros [actual secretario general], me invitó a merendar a su casa y me pidió que me presentase con ellos porque la gente prácticamente no sabía que ellos existían. En ese momento dudé porque yo no soy de Vox, ni tengo el carnet ni he ido a un acto nunca, además yo soy una mujer más liberal, progresista, no soy nada sectaria… Decidí presentarme como independiente, porque los conocía desde siempre. Todavía me acuerdo de cuando a Abascal le rompieron una urna en la cabeza los de Herri Batasuna en San Sebastián; estaban allí los pobres…

Se presenta con Vox, partido donde milita Juan Carlos Monedero padre. Sin embargo, usted es amiga del hijo. ¿Tiene algo que aprender Monedero de su progenitor?

No creo que tenga que aprender, tienen que quererse. Choca que en una familia haya ideas tan diferentes pero no es la primera en la que pasa esto. Esa amistad nos ha costado mucho a los dos, él siempre me ha defendido cuando la gente de Podemos le ha criticado porque se relacionase conmigo o viniese a mi casa, y él sabe que a mí el hecho de ser su amiga me ha hecho muchísimo daño.

¿Por qué?

Este es un país de doble moral, es un país muy cainita, muy cínico. ¿Por qué no voy a poder ser amiga de Monedero, de Susana Díaz o del de extrema derecha, de quien me dé la gana? Leonard Cohen invitaba a su casa a los panteras negras en los años 60 y toda la sociedad de Nueva York se volvía loca por ir.

Monedero es coherente con lo que piensa, lo que dice y cómo vive, porque vive como un obrero

¿Cómo empieza su amistad?

En 2014, justo el año de las elecciones europeas, lo conocí y comenzamos a relacionarnos. Lo invité a mi casa; fue casi un regalo para mis amigos porque tuvimos la oportunidad de hablar con una persona joven, de un nuevo partido, de una formación política que en ese momento casi no conocíamos. Me parecía muy interesante tenerlo en mis salones, charlando e intercambiando impresiones.

¿Cómo describiría a Monedero?

Ante todo, él es un hombre coherente. Coherente con lo que piensa, lo que dice y cómo vive, porque vive como un obrero. Yo a veces le digo: pero cómo puedes vivir así… Es de una parquedad absoluta en todo: no se compra nada, una casa… Si puede tener cuatro sillas no tiene seis. Además, es muy respetuoso y se ha quitado un poco de en medio porque hay muchas cosas que no le gustan de su partido. Él es un hombre fundamentalmente intelectual y estudioso, le gustan sus clases, sus libros…

Tampoco me voy a poner yo a defenderlo. A veces le he tenido que decir que si no le daba vergüenza las cosas decía. Una vez me dijo: “Carmen, me veo en la televisión y me doy miedo a mí mismo”. Eso tuvo mucha gracia, porque se exalta mucho. Es muy simpático, tiene mucho sentido del humor. Es tranquilo, pero tiene cara de diablillo. Parece un trotskista malo.

Carmen Lomana. Moeh Atitar

Usted participó en un ‘reality’, ‘Las joyas de la corona’, con representantes de la llamada ‘generación nini’, donde se veía el bajo nivel educativo de los jóvenes que participaban. Muchos de ellos no sabían si ‘estuve’ se escribe con -b o con -v. ¿Ha descendido el nivel educativo en España?

El nivel educativo es pésimo, pero no por culpa de los jóvenes, sino por culpa de las autonomías. Ya no se estudia Historia o Geografía de España, sino la de la comunidad a la que perteneces. Además, muchas veces se enseña distorsionada. Si los vascos y los catalanes supieran su verdadera historia probablemente no dirían tantas tonterías.

¿Cómo afecta esa pérdida de cultura en el proyecto de país?

Lo vimos con la cantidad de recortes que se hicieron en Educación, eso es sinónimo del proyecto de país que hay. De repente no había dinero, la crisis afectó, claro, pero si devolvieran todo lo que han robado podríamos tener una educación pública muchísimo mejor. No podemos recortar en Sanidad ni en Educación. Que se recorten ellos los sueldos, los coches oficiales. ¡Si aquí cualquier mindundi va con dos coches oficiales y dos guardaespaldas! Eso no pasa en ningún sitio del mundo, tenemos muchos más coches oficiales que en Estados Unidos.

Aquí en cuanto alguien tiene poder, mete a toda la familia. ¿De ahí no se recorta? Para eso sí que hay presupuesto, pero para lo demás… Fíjate Urdangarín pasaba facturas engordadas, falsas, de cosas que hacía directamente de nuestros impuestos, la de cosas buenas que se podrían haber hecho con ese dinero.

¿Qué piensa del comportamiento de la infanta Cristina?

La Infanta se ha ido de rositas y eso que ahí la lista era ella. Era Cristina la que tenía una carrera y ahora, de repente, le entra el síndrome de la mujer amnésica. En España somos expertos en olvidarnos de las cosas, las mujeres de todos los ladrones se quedan amnésicas y eso es una vergüenza para todas nosotras. ¿De repente se vuelven tontas?

¿Estas actitudes refuerzan el estereotipo de mujeres objeto?

Claro, es que es un desastre. Que tengamos mujeres que hacen lo que sus maridos les dicen, sin ningún criterio, sin ninguna opinión firme... Yo no me creo que de repente llegues a tu casa y ves que tienes un coche nuevo y no preguntes de dónde ha salido el dinero.

A las mujeres les digo: no os calléis, no aguantéis nada, jamás, no os dejéis humillar, tened criterio…

¿Cómo ve la evolución del movimiento feminista en España?

Creo que a veces está un poco desfasado. El feminismo cuando más derechos ha adquirido es en el siglo XX. Ahora estamos con este horror que es la violencia de género, pero eso no tiene nada que ver con el feminismo.

Tiene que ver con los roles preconcebidos de hombres y mujeres.

Pero es que hay gente que son unos cafres. Probablemente son un producto de la educación y de lo que han visto. Una se queda asombrada porque gente que es capaz de hacer esas cosas es gente que está loca. Sólo una persona que es un demente puede matar a su hijo de un palazo en la cabeza para vengarse de su mujer. Antes esa gente estaba en los manicomios encerrada, porque era peligrosa.

¿Cómo cree que se soluciona esta epidemia de violencia machista? ¿Por la educación?

Yo desde luego no lo sé. Porque las mujeres hoy en día tienen bastante protección en esto. Tú vas, pones una denuncia y al señor lo detienen, pero lo que tú no puedes es jugar a: le pongo una denuncia, pero luego dejo que entre en mi casa. No, tienes que ser radical en esto.

Hay que tener en cuenta el factor del miedo y que muchos hombres someten duramente a sus parejas...

Yo no creo que la relación de pareja tenga que ser de sometimiento, sino de compartir. Yo más que feminismo, querría compañerismo. Que las mujeres demuestren lo que son con su trabajo, con su día a día, con su libertad, con su independencia económica. Porque una no puede ser libre si no gana su propio dinero. Yo creo que si en el trabajo una mujer demuestra que es válida, llega igual que un hombre. Nunca me he sentido discriminada por ser mujer, y trabajo desde los 18 años en la banca, en la moda, en los medios. Ahí, en los medios de comunicación, es donde he sentido más problemas. Es terrible.

Entonces sí que hay discriminación laboral por razón de género…

Sí, pero no sólo porque los hombres traten peor. A veces son las propias mujeres. De todos modos, nunca me he sentido discriminada en el trabajo. Igual trabajo, igual sueldo, pero también porque yo lo he exigido. Yo no me callo y no aguanto, nunca me he aguantado nada. A las mujeres les digo: no os calléis, no aguantéis nada, jamás, no os dejéis humillar, tened criterio… Aun así, hay muchas mujeres que no tienen criterio, que adoptan el del hombre que las lleva del brazo.

¿A quién se refiere?

Lo estamos viendo en mujeres que las tenemos como ejemplo en la sociedad. Mujeres que no han hecho nada, que sólo han ido de brazo en brazo de hombres famosos. Si están con uno muy de derechas pues la tía es muy católica y muy de derechas. ¿Que luego se casa con un socialista? No quiere que sus hijos hagan la comunión. ¿Que luego se casa con un intelectual? Pues quiere ir de intelectual.

¿Y por qué hay gente que sigue teniendo a esas mujeres como referentes, sobre todo, en la prensa rosa?

No lo sé, como referentes de la sociedad nos hacen un flaco favor. No deberían ser ellas, sino mujeres divinas, trabajadoras, libres… Yo siempre me he sentido una mujer muy libre, estando casada, soltera, viuda. Siempre. Con 18 años le dije a mi padre que quería trabajar, que no podía seguir dependiendo de él, y se enfadó muchísimo porque pensaba que era un error.

Usted fue ciertamente privilegiada...

Tuve que luchar contra esa mentalidad. En esa época era alucinante decir esas cosas. Me puse a trabajar y era feliz de tener mi propia economía. Cuando me casé, igual; así siempre. Esa historia mía de que soy una mujer frívola es una idiotez.

Estas semanas ha sido noticia Brigitte Trogneux, la mujer de Emmanuel Macron, por ser mayor que él. ¿No cree que darle tanta importancia a ese hecho representa un pensamiento machista instalado en nuestra sociedad?

Ahí tienes lo poco que hemos avanzado en el feminismo, que todavía la gente cuestiona eso pero no se cuestionan que un señor barrigudo, horroroso, de 80 años, esté con una chica 50 años más joven.

Nadie ha criticado a Donald Trump por la diferencia de edad con Melania, por ejemplo.



Efectivamente, ni a muchos otros hombres. Yo me pregunto de estas mujeres, ¿si fuera fontanero estaría con él? Quien sabe, pero probablemente no, porque no tendría millones o la erótica del poder. Macron es el claro ejemplo de que sólo un hombre brillante, con una inteligencia enorme, hace ese tipo de cosas. Admira a su mujer por su inteligencia. Sí que sería raro por la edad con la que empezaron, él con 17 años y ella con 36. Pero ahora no, si una mujer tiene 60 años y su novio 44 a lo mejor ni se nota. Yo siempre he tenido novios 20 años más jóvenes y nadie notaba quién era mayor que el otro. 

Carmen Lomana se considera una mujer libre e independiente. Moeh Atitar

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