A pesar de la mala organización y de episodios extradeportivos como la amenaza del zika, los estadios vacíos o los continuos abucheos del público, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro pasarán a la historia por el altísimo nivel desplegado en toda la competición. Hazañas como las de Michael Phelps o Usain Bolt bastan para justificar un balance positivo al que también han contribuido los deportistas españoles. 

El papel de nuestros representantes ha resultado más que digno. La delegación española en Río ha sumando 17 metales: siete oros, cuatro platas y seis bronce, ocupando el decimotercer puesto en el medallero internacional, el más alto desde la histórica cita de Barcelona'92, que nos reportó 22 medallas. La gesta de la selección española de baloncesto y la cosecha de trofeos de nuestras deportistas han sido los dos grandes notas de la participación española en estos Juegos.

La 'ÑBA'

La ÑBA comandada por Pau Gasol culmina el segundo mejor resultado olímpico de España. También rubrica un década de éxitos baloncestísticos. De hecho, desde 2006 la selección española de baloncesto ha logrado 9 medallas, 4 títulos, 2 platas y 1 bronce olímpicos.

Al mismo tiempo, la plata obtenida por las chicas de gimnasia rítmica confirma el buen momento que atraviesa el deporte femenino español. Valga como prueba que del total de las medallas, cuatro oros, tres platas y dos bronces han sido obtenidos por mujeres, un resultado difícil de imaginar hace apenas veinte años.

Decepciones

Con todo, el evento no ha estado exento de decepciones por parte el equipo olímpico español. Se esperaba más de varios deportes de equipo, como el balonmano o el hockey; también del ciclismo y el golf. Mención aparte merece la vela, disciplina que más metales ha aportado históricamente a España y que en estos Juegos, no nos brindó siquiera un podio.

En cualquier caso, más reseñables han resultado las alegrías. En el recuerdo permanecerán gestas como las de Carolina Marín, la primera campeona olímpica no asiática en la prueba de bádminton y nombrada 'leona' del año 2015 por EL ESPAÑOL en reconocimiento por sus méritos deportivos. También destacan el oro y el bronce que obtuvo de Mireia Belmonte, leyenda viva de la natación española. Y los excelentes resultados en piragüismo, un deporte que ha mantenido su nivel a pesar de contar con la mitad de presupuesto federativo que hace quince años; así como los podios de las selecciones femenina y masculina de baloncesto.

Ruth Beitia

Y no debemos olvidar la victoria en salto de altura de Ruth Beitia, primera española que consigue un oro en atletismo, el deporte rey de los Juegos Olímpicos. En su caso, como en los de Pau Gasol y el abanderado, Rafa Nadal, puede situar al deporte español ante un fin de ciclo, ya que nadie duda de que ésta ha sido su última participación olímpica.

Río 2016 ha confirmado la mejora progresiva experimentada por el deporte español a partir de la década de los noventa. Que la mayoría de las medallas las hayan logrado mujeres en ejercicios minoritarios debería marcar un punto de inflexión en la gestión deportiva. Queda en nuestras manos lograr que actividades como la halterofilia, el piragüismo o el bádminton reciban el reconocimiento que merecen. Solo así podremos mantener vivo el legado olímpico e incluso superar nuestras marcas de cara a los próximos Juegos de Tokyo 2020.