En estos últimos años, las gafas inteligentes se han convertido en una de las principales promesas tecnológicas de la mano de los avances en inteligencia artificial. Desde Apple, pasando por Google, hasta Meta cuentan con diferentes modelos pensados para el entretenimiento y la asistencia las 24 horas del día. Aunque por el hecho de ser gafas no implica que no puedan usarlas personas que no pueden ver a través de ellas.
El futuro parece estar destinado a un nuevo dispositivo capaz de ser el asistente definitivo que acompañe al usuario eternamente. Incluso OpenAI apuesta por esta visión. Una idea que también podría beneficiar a las personas invidentes que necesitan indicaciones para saber moverse por entornos desconocidos.
Las personas ciegas cuentan cada día con más dispositivos tecnológicos que prometen jubilar a las opciones de apoyo más clásicas. Desde los lectores de voz para no necesitar escritura en braille y sistemas para poder navegar por la red, hasta ejemplos como Glide, un robot autónomo que guía de forma segura.
Atrás quedarían los perros guía o los bastones tradicionales, estos últimos no facilitan detectar obstáculos por encima del suelo. En su lugar, se ofrecen dispositivos wearables que ejercen de ojos y les ayudan a guiarse por el entorno, por espacios públicos o privados que no controlan.
Las gafas .lumen son un ejemplo, aunque hay más opciones en el mercado. Este modelo estará disponible para probarlo en la feria de tecnología CES 2026, el primer gran evento tecnológico del año que se celebra en Las Vegas del 6 al 9 de junio.
Gafas inteligentes para personas ciegas
La compañía afirma que ya ha contado con más de 400 usuarios ciegos en más de 40 países para probar las gafas en entornos urbanos y rurales reales. Posteriormente, realizará una gira de demostración por docenas de ciudades de Rumanía y su objetivo es comercializarlas en el país a principios de 2026.
Su precio es de 9.999 euros. Su comercialización en Estados Unidos podría tardar un tiempo; la compañía se centrará primero en ampliar su disponibilidad en Europa. Para ello, ha obtenido la certificación CE de seguridad y salud, lo que le permitirá comercializarse en toda Europa, y se dice que ya ha acumulado 1.500 pedidos anticipados en tan solo 10 días en octubre.
Basadas en IA
Las gafas .lumen son un dispositivo que combina realidad virtual (VR) y realidad aumentada (RA). Están equipadas con sensores y un sistema operativo basado en inteligencia artificial que analiza la información de forma similar a los coches autónomos.
A diferencia de las gafas 'inteligentes' para personas con capacidad de visión, este modelo no proyecta ninguna imagen en la lente. En su lugar, la información que recaban las gafas se traduce en una respuesta háptica en la cara de la persona invidente.
Gafas inteligentes para personas ciegas
Las sutiles vibraciones en la frente del usuario se apoyan con el audio que sale de los altavoces para informarle de la dirección correcta que debe tomar y ayudarle a evitar obstáculos. Como el navegador del coche, estas gafas guían al usuario hasta un destino específico.
Pero, además, pueden informarle de la presencia de objetos cercanos con los que puede chocar en vías poco conocidas. Por lo tanto, las gafas ejercerían también de perro guía.
Para esto, el modelo de IA analiza la información recogida a través de los sensores más de 100 veces por segundo y lo traduce en indicaciones entendibles para la persona sobre por dónde está caminando, qué hay delante de ella y evitando colisiones.
Esta tecnología no solo tiene que detectar objetos o personas en el camino; al igual que los coches autónomos, debe comprender las señales de la vía pública, como un paso de peatones o un semáforo en rojo. .lumen señala que las gafas también pueden identificar escaleras, puertas, paradas de autobús e incluso charcos y nieve que pueden ser resbaladizas.
El usuario ciego puede comunicarse mediante voz con el sistema. Así se indica las direcciones a las que quiere ir, habiendo marcado previamente las ubicaciones preferidas como "casa" o "trabajo", por ejemplo.
La empresa responsable afirma estar trabajando en un modelo más intuitivo capaz de comprender comandos más variados o simplemente conversaciones como "llévame a mi oficina" para que te guíe hasta el escritorio o despacho.
La inteligencia artificial ha adquirido un dominio del lenguaje humano que le permite mantener conversaciones fluidas, lo que ha facilitado la aparición de asistentes y chatbots conversacionales más parecidas a las que pueden tener dos personas.
De noche y de día
Las gafas están diseñadas con seis cámaras cuyas imágenes son analizadas por la IA. Para aquellos momentos en los que la falta de iluminación sea un impedimento para las cámaras, las gafas cuentan con dos proyectores láser infrarrojos.
Además, integran tres unidades de medición inercial, es decir, acelerómetros y giroscopios. Junto al sistema GPS, estos instrumentos trabajan en la detección de obstáculos desde el suelo hasta por encima de la cabeza. Además de comprender la ubicación de la persona en el recorrido y espacio.
Persona invidente usando gafas basadas en inteligencia artificial
El dispositivo es un equipo voluminoso por la cantidad de instrumentos que integra, como una batería que ofrece una autonomía de hasta dos horas desde la parte trasera de la cabeza. El equipo al completo pesa 1 kilogramo y cuenta con correas en la parte alta de la cabeza para distribuir el peso y la sujeción.
La alternativa española
.lumen son las primeras gafas que proponen esta idea. Eyesynth, empresa española, inició hace años esta misma andadura y colabora con General Optica. Su modelo NIIRA ofrece 8 horas de autonomía y procesa objetos entre 50 cm y 5 metros, incluso en entornos oscuros.
Gafas Niira para personas ciegas
La montura puede ser de aluminio, acetato o plástico y las lentes pueden ser opacas o graduadas. Las gafas pesan 170 gramos y van conectadas a una Unidad de Procesado de Imagen, que tiene más o menos el tamaño de un smartphone, aunque un poco más grueso, el cual pesa 250 gramos.
Esa unidad de procesamiento sirve como mando a distancia, pero también integra control por voz e inteligencia artificial para el análisis de las imágenes tomadas por las cámaras de profundidad y nocturnas. Su precio es de 3.289 euros.
