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Nueva York es conocida en todo el mundo como la ciudad de los rascacielos —aunque el ático más alto del mundo se encuentra en Dubái (Emiratos Árabes Unidos)—, pero también alberga uno de los edificios más fotografiados del planeta: el Flatiron Building. Con su icónico diseño triangular, el inmueble está siendo reconvertido en viviendas de lujo, con precios que alcanzan los 30.000 euros por metro cuadrado.

Situado en la intersección de la Quinta Avenida y Broadway, a la altura de la calle 23, el Flatiron Building es uno de los rascacielos más icónicos de Nueva York. Inaugurado en 1902 y firmado por el arquitecto Daniel Burnham, destaca por su planta triangular inspirada en una plancha, su estilo Beaux-Arts y sus 86,9 metros de altura repartidos en 22 pisos.

Desde su inauguración, el edificio se ha consolidado como símbolo cultural, protagonista de leyendas urbanas, obras artísticas y un sinfín de producciones audiovisuales. Ha aparecido en películas como Spider-Man o Armageddon y en series como The Boys; y ahora afronta una nueva etapa al pasar de albergar oficinas a convertirse en exclusivos apartamentos residenciales, cuyos interiores acaban de salir a la luz en unas imágenes recientes.

38 viviendas de lujo

El emblemático edificio de Nueva York, sostenido por una estructura de acero de 3.500 toneladas capaz de soportar los fuertes vientos de Manhattan, está siendo restaurado para darle un nuevo uso. Declarado como monumento histórico en 1989, tras más de un siglo dedicado a actividades comerciales, el rascacielos se está transformando en 38 viviendas de lujo.

El rediseño del Flatiron corre a cargo del arquitecto estadounidense William Sofield, en un proyecto supervisado por The Brodsky Organization y The Sorgente Group que convertirá las antiguas plantas de oficinas en pisos de tres y cuatro dormitorios.

La entrada del Flatiron (izqda) y la cocina de uno de los pisos (dcha). Visualisation One Omicrono

A lo largo de sus 120 años, el edificio ha mantenido siempre un uso comercial, con inquilinos que han idodesde restaurantes en los sótanos hasta tiendas de moda y juguetes, además de varias editoriales, aunque en las últimas décadas se había consolidado como sede de oficinas y empresas de servicios.

Recientemente, el estudio Studio Sofield ha difundido las primeras imágenes del interior de estas viviendas, en las que se aprecia cómo serán desde el vestíbulo hasta las áreas de servicios y las amplias salas de estar, los diseños únicos y las estructuras de acero expuestas de las residencias.

El proyecto implica una renovación integral del edificio y cuenta con un equipo de especialistas que conservará los exteriores ornamentales. Es decir, tanto las unidades de terracota como las bandas de piedra caliza y los ladrillos decorativos se han reparado o sustituido por otros para conservar la estética original.

El plan de reforma contempla también la sustitución de más de 1.000 ventanas y la rehabilitación de la cornisa, de casi dos metros de altura. En el interior, el paso de plantas comerciales a 38 residencias privadas obliga a replantear la distribución, introduciendo una nueva tipología de vivienda adaptada a la planta en forma de cuña.

El salón de uno de los pisos del edificio Flatiron de Nueva York. Visualisation One Omicrono.

Las imágenes difundidas muestran interiores diáfanos articulados en torno a grandes ventanales, que garantizan la entrada de luz natural en prácticamente todas las estancias. La característica curvatura del extremo sur del edificio se aprovecha en varios diseños como zona de estar que se abre gradualmente hacia el exterior.

En los renders se aprecian también suelos de parqué de roble blanco, encimeras de cocina de mármol y lujosos espacios de servicio con vistas panorámicas al horizonte de la ciudad. Además, cada vivienda contará con una distribución única.

Un dormitorio de uno de los pisos del edificio Flatiron de Nueva York. Visualisation One Omicrono

Asimismo, las imágenes muestran amplias salas de estar y baños con ventanas redondeadas. También destaca la inspiración en materiales originales que se han ido revelando durante el proceso de restauración, como barandillas históricas, herrería original y mosaicos de mármol.

Unos elementos que se mezclan con acabados de lujo modernos. Mientras que la elección de los materiales hace referencia a la larga historia del edificio, las paredes de yeso, los umbrales de piedra y los detalles metálicos reflejan el peso y la textura de los primeros rascacielos.

Por su parte, los acabados contemporáneos introducen un ritmo más tranquilo, adecuado para la vida residencial. En cuanto a los pasillos, siguen la geometría propia del edificio: se despliegan junto a las fachadas en ángulo y las estancias se disponen frente a los ventanales, originalmente distribuidos para aligerar la estructura de acero.

Iluminación LED y piscina

Además de las viviendas, el edificio Flatiron ofrecerá también una variedad de comodidades en sus niveles inferiores, entre las que se incluyen una piscina, un spa de agua caliente, una piscina de agua fría, un espacio para guardar bicicletas, un vestíbulo, una sala de paquetes, un salón, una sala de juegos, un gimnasio, un bar y una pequeña cocina.

La sala de juegos del edificio Flatiron de Nueva York. Visualisation One Omicrono

La planta baja se reservará para actividad comercial y, por primera vez, el edificio estará iluminado por la noche, ya que contará con un sistema de iluminación LED de L'Observatoire International que será más prominente en los cinco pisos superiores que se encuentran justo debajo de la cornisa.

La obra comenzó a principios de 2025 y se prevé que concluya en 2026, manteniendo la singular silueta original y potenciando su presencia histórica en el skyline de Manhattan. Pero ¿qué hay del precio? El diario The Messenger calcula que los interesados tendrán que pagar 30.280 euros por metro cuadrado, aunque no especifica si útiles o construidos.

Por ejemplo, y siguiendo este cálculo, un piso de 100 metros cuadrados en el edificio Flatiron podría costar unos 3 millones de euros. Cabe señalar que aún no se han publicado los precios finales ni las listas oficiales de espera para la compra.

Aunque, eso sí, desde CityRealty señalan que ya se ha firmado una vivienda de cuatro habitaciones por 19,5 millones de dólares (unos 16,8 millones de euros al cambio aproximadamente) y una de tres habitaciones por 11 millones de dólares (9,5 millones de euros).