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Los robots con aspecto humano parecen sacados de películas de ciencia ficción, pero lo cierto es que ya están aquí y en unos años formarán parte natural de nuestras vidas. Estas máquinas ya son capaces de doblar la ropa hasta boxear o poner el lavavajillas; incluso trabajar en centrales nucleares.

Capgemini y Orano han desplegado en una central nuclear en Francia a Hoxo, un nuevo robot humanoide que combina visión con inteligencia artificial (IA) y robótica avanzada para abordar los retos operativos en estas instalaciones. Su incorporación permitirá aumentar la seguridad y asumir tareas peligrosas para los humanos.

El robot, presentado en las instalaciones de Orano Melox en la región de Gard (Francia), tiene como objetivo garantizar operaciones más seguras en las instalaciones nucleares. Se suma así a otras máquinas destinadas a operar en entornos nucleares. De hecho, en España habrá un robot custodiando el acelerador de partículas de Granada.

Realiza tareas peligrosas

Hoxo llega como "el primer robot humanoide inteligente en el sector nuclear". Una máquina que mezcla inteligencia artificial integrada y sensores avanzados para la percepción en tiempo real, la navegación autónoma, la ejecución de gestos técnicos y la interacción.

La función es la de desempeñar un papel importante en la asistencia a los operadores humanos en la realización de tareas técnicas peligrosas y difíciles, al mismo tiempo que redefine la colaboración entre humanos y máquinas. Todo ello para mejorar la eficiencia operativa y la seguridad en entornos nucleares.

El robot humanoide Hoxo. Orano Omicrono

Una de las principales características de Hoxo es que replica los movimientos humanos para adaptarse a los entornos difíciles que rodean las centrales nucleares. Además de ello, cuenta con sistemas de percepción en tiempo real y la capacidad de realizar tareas técnicas.

El robot puede operar junto a los equipos dentro de las instalaciones nucleares, incluso en entornos de intervención complejos. Según destacan las dos compañías en un comunicado, este robot humanoide es ágil y escalable.

"Este proyecto, liderado por nuestro Laboratorio de Robótica y Experiencias de IA, materializa la convergencia de la robótica, la inteligencia artificial, la visión artificial y los gemelos digitales", ha señalado Pascal Brier, director de innovación de Capgemini y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo.

Brier también ha asegurado que Hoxo "rediseña la interacción entre humanos y máquinas en entornos sensibles y amplía los límites de la automatización industrial".

El robot humanoide Hoxo. Orano Omicrono

El siguiente paso, que durará los próximos cuatro meses, será realizar una serie de pruebas para validar la gama de aplicaciones del robot, es decir, comprobar su movilidad, precisión e inteligencia artificial a la hora de ejecutar operaciones diarias.

Sus creadores esperan que, al ser una plataforma ágil, mejore el rendimiento industrial y ayude a los operadores mediante asistencia robótica. "Hoxo abre nuevas perspectivas para nuestras operaciones al combinar una solución robótica inteligente y ergonómica con la experiencia de nuestros equipos in situ", ha asegurado Arnaud Capdepon, director de Orano Melox.

El directivo ha afirmado que esperan seguir desarrollando esta innovación "para responder a nuestras necesidades industriales, contribuyendo tanto a la seguridad como a la competitividad mientras afrontamos los retos actuales y futuros".

"Un paso adelante"

El proyecto ha sido impulsado por el Laboratorio de Robótica y Experiencias de IA de Capgemini, un espacio de investigación centrado en la convergencia entre robótica, visión por ordenador, gemelos digitales e inteligencia artificial aplicada.

El robot humanoide Hoxo. Orano Omicrono

"Esto es más que un simple logro técnico, es un paso adelante para una industria que siempre ha acogido el progreso y el cambio", ha afirmado Cara Antoine, vicepresidenta ejecutiva y directora de Producto, Innovación y Cartera de Capgemini. La directiva también ha identificado las tecnologías que contribuyen a este sistema.

"Este proyecto reúne la robótica, la inteligencia artificial, la visión artificial y los gemelos digitales de una manera que realmente redefine la forma en que los seres humanos y las máquinas colaboran en entornos sensibles", ha indicado Antoine, quien cree que el proyecto tiene un gran potencial para la automatización industrial.

Cabe señalar que la industria nuclear cuenta actualmente con una gran reputación a la hora de invertir en tecnologías de automatización, por lo que la incorporación de un robot como Hoxo supone un enfoque diferente hacia el campo de la robótica en reactores.

El logro de este proyecto podría representar el punto de partida para una nueva era de robots inteligentes capaces de desempeñarse en ámbitos industriales de alta exigencia. En los próximos años, la robótica impulsada por inteligencia artificial podría expandirse hacia campos como la energía, la defensa o la medicina nuclear, donde la precisión y la seguridad resultan esenciales.

El robot humanoide Hoxo no solo constituye un avance en tecnología aplicada, sino que encarna la unión entre innovación, protección y sostenibilidad dentro del sector nuclear. Este desarrollo demuestra cómo la tecnología puede replantear una de las ramas más complejas y rigurosas del panorama industrial actual.