Apenas horas después de que Donald Trump pidiera a Estados Unidos un completo estándar federal que acabase con las legislaciones estatales de IA en el país, España se hace eco de otra noticia: ya está cerca la orden ejecutiva que lo hará posible.
Tal y como ha asegurado The Verge, portal que habría tenido acceso a un borrador específico de la orden que limitará de facto las leyes estatales en materia de IA, Trump planea firmar esta nueva normativa tan pronto como este mismo viernes 21 de noviembre.
La orden ejecutiva otorgaría al estado un poder prácticamente total en torno a la legislación de IA, permitiendo al ejecutivo federal demandar directamente a los estados que hayan aprobado leyes que el gobierno considere un obstáculo para el crecimiento de esta industria.
Trump tendrá pleno poder sobre la IA
En esta orden ejecutiva, Trump con un lenguaje muy propio relata cómo para ganar la carrera por la IA contra China se debe otorgar absoluta libertad a las empresas estadounidenses para innovar "sin regulaciones excesivamente engorrosas".
En este sentido, critica la presentación de nada menos que 1.000 proyectos de ley sobre IA que, en palabras de Trump, "amenazan con socavar esta cultura innovadora", y cita varios ejemplos de propuestas que no casan con su ideario.
Critica iniciativas como la de Colorado, que pone el foco en los sesgos raciales y de género que presentan los modelos de IA entrenados con ciertos parámetros demográficos. Trump asegura que este modelo obligaría a dichos modelos a incluir políticas de inclusión produciendo "resultados falsos".
También carga poderosamente contra las iniciativas legislativas que hablan del riesgo catastrófico significativo que supone el descontrol respecto a la inteligencia artificial. Un hecho sobre el que han puesto el foco incluso los grandes agentes de la industria de la IA, como Sundar Pichai, CEO de Google.
Donald Trump posa con una orden ejecutiva el pasado jueves en Washington.
Trump critica lo que él mismo llama una "estrategia de captura regulatoria basada en el miedo" y carga contra "los estándares de seguridad subjetivos", los cuales obstaculizan el desarrollo de la IA y crean un "marco regulatorio fragmentado".
El Fiscal General establecerá un Grupo de Trabajo sobre Litigios de IA que impugnará las leyes estatales de IA incluso por considerar que dichas legislaciones "regulan inconstitucionalmente el comercio interestatal".
En este sentido, el presidente cierra la puerta a la mera idea de que estas leyes estatales puedan ir por encima de lo establecido en las normativas federales que él mismo quiere promover; la labor de esta fuerza será precisamente acabar con estas leyes.
Se establece así una hoja de ruta para que las agencias clave del ejecutivo norteamericano, incluyendo el Departamento de Justicia, la Comisión Federal de Comunicaciones y la Comisión Federal de Comercio, implementen este planteamiento.
El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, Brendan Carr, interviene durante la primera jornada del MWC 2025.
También se refleja la idea de que el secretario de comercio publique informes periódicos que determinen qué estados están cumpliendo con estas directivas de inteligencia artificial. Hasta se darán instrucciones a la FTC al respecto.
La orden ejecutiva contempla la emisión de una declaración que determine si los estados que exigen a las empresas más importantes de IA a modificar sus algoritmos van en contra de las leyes que ponen coto a prácticas engañosas y desleales.
"Dicha evaluación de las leyes estatales sobre IA deberá, como mínimo, identificar las leyes que exijan a los modelos de IA alterar sus resultados veraces o que puedan obligar a los desarrolladores o implementadores de IA a divulgar u otorgar información de manera que infrinja la Primera Enmienda o cualquier otra disposición de la Constitución", dice la orden.
La normativa que espera aprobar Trump pone el foco en las llamadas políticas DEI, basadas en equidad, inclusión y diversidad. Directivos como Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, habló recientemente de la llamada 'IA woke'.
Donald Trump este miércoles en Washington durante un foro sobre inversiones en Arabia Saudí.
Carr deslizó la idea de que la FCC pudiera intervenir en estas legislaciones estatales, y citando la Ley de Servicios de la Unión Europea, aseguró que los modelos afectados por estas políticas buscarían la inclusión de estas políticas.
Unas políticas que no entran en la agenda de Trump y que se deben denostar en favor de la llamada 'verdad' del ejecutivo estadounidense, pese a los reiterados ejemplos de sesgo ideológico que las IAs presentan actualmente.
Existen numerosos reportes que relatan la forma en la que se entrenan estos modelos de IA. El entrenamiento con contenido perteneciente a grupos demográficos masificados ha llevado a que estas IAs presenten problemas a la hora de representar a según qué grupos vulnerables.
Lensa, una de las apps más famosas en el auge de la IA en 2022, mostraba problemas de racismo, hipersexualización masculina y femenina y resultados incongruentes con personas pertenecientes a otras razas.
También se ha puesto el foco sobre la propia problemática en torno al contenido usado para entrenar inteligencias artificiales. Contenidos cuestionables que en ocasiones pueden rozar lo ilegal acaban afectando incluso al rendimiento de estos modelos.
